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Eric Nepomuceno presentó su libro Las tres estaciones
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▲ El traductor y articulista de este diario se considera un escritor memorioso, más que imaginativo.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de diciembre de 2018, p. 3

Soy un escritor de poca imaginación pero de mucha memoria. De esa forma se definió el periodista, traductor y narrador brasileño Eric Nepomuceno durante la presentación de su nuevo libro de cuentos Las tres estaciones (Almadía), en el que reúne textos escritos entre 1973 y hasta hace dos años.

Nepomuceno, articulista de La Jornada, dialogó de distintos temas con la escritora Claudia Marcucetti el viernes por la noche: del oficio de escritor y de periodista, de la forma en la que escribe, de la memoria, de su amistad con Juan Rulfo, de Eduardo Galeano y otros grandes escritores latinoamericanos, de su vida en México, de su trabajo como corresponsal de guerra.

Me resulta difícil explicar la forma en la que escribo. Cuando me preguntan de la escritura narrativa o de creación de personajes recurro a la frase de Antonio Skármeta: una vez estábamos en Buenos Aires para una charla (los medios al día siguiente dijeron que el diálogo había fluido con naturalidad. Pero era mentira, porque habíamos ensayado la noche anterior).

Alguien preguntó sobre su obra. “Skármeta respondió que él no era un ingeniero. ‘No soy ornitólogo, soy pájaro. No analizo el vuelo de los pájaros’”.

Eso, añadió, es lo que me ocurre cuando alguien me pregunta cosas específicas. Hay una imagen que queda, cualquier cosa, un sonido una palabra, un gesto un par de ojos que dispara un gatillo en la memoria y ahí nace o no un texto.

Los cuentos son mi manera de evocar, de llevar mensajes, llegar a alguien. Creo que el de escritor es el más solitario de los oficios, porque no sé qué pasa con ellos una vez que llegan a los lectores. Creo que escribir literatura de ficción, porque también hago de no ficción, es agarrar una botella de color azul y meter un mensaje. La botella es azul para que se confunda con el mar, y entonces alguien puede encontrarla o no.

Acerca de la memoria, el autor de Bangladesh, tal vez (Almadía), comentó: no soy nostálgico, pero sí memorioso. La memoria para mí no es ancla, es vela. Uno es lo que uno escribe y uno escribe lo que uno es. Todo lo que escribo es verdadero, aunque no haya ocurrido jamás. Ojalá uno de ustedes crea en mis mentiras.

Eric Nepomuceno es además periodista. Vengo de una generación donde el periodismo no es profesión, sino oficio. Un profesional ejerce su profesión para poder vivir; el oficio es lo que uno hace para vivir.

Es traductor porque decidió llevar los libros de sus amigos al portugués. Quería que mis amigos en Brasil conocieran a mis otros amigos. Pese a la dictadura en Brasil había más revistas, suplementos, colecciones literarias, que hoy comencé a traducir por afecto, cariño, amistad. Y sólo he aceptado tres o cuatro trabajos de traducción por encargo.

Entre el público alguien pidió 20 segundos de silencio para recordar a la concejal brasileña Marielle Franco, asesinada en marzo pasado. Al finalizar esos segundos Nepomuceno dijo: Espero que el próximo año no estemos aquí pidiendo 20 segundos de silencio por la muerte de la democracia en mi país.