Opinión
Ver día anteriorSábado 17 de noviembre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De Nuestras Jornadas

Dinero

Q

ue el dinero no lo es todo en la vida, es verdad. Pero que representa casi todo en la vida, también lo es. El estado de Guerrero y el municipio de Acapulco en particular, están viviendo en estos días experiencias de plena demostración de la anterior aseveración, con toda seguridad más que el resto del país.

Esta semana, gobernantes guerrerenses de todas las filiaciones y posturas ideológicas confluyeron en Ciudad de México a la sesión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión en la que se trataría el tema de las necesidades de la entidad para tenerlas en cuenta al definir el presupuesto federal del próximo año.

Lo que reunió al gobernador Astudillo, del PRI; a la alcaldesa acapulqueña, Adela Román Ocampo, de Morena; al presidente municipal de Taxco, Marcos Efrén Parra Gómez, del PAN; al munícipe de Chilpancingo, Antonio Gaspar, del PRD, y a otros de otras fuerzas, es la misma: dinero para resolver problemas urgentes del estado y municipios.

En el mismo sentido, afiliados a la Cámara Nacional de Comercio en Atoyac denunciaron abusos de la Comisión Federal de Electricidad en los cobros; la Secretaría de Salud del estado debe comprar medicamentos que cuestan mil millones de pesos, pero sólo tiene 400 millones; jubilados del Issspeg no pueden cobrar sus pensiones debido a que el ayuntamiento y el gobierno del estado adeudan las cuotas que descuentan a los trabajadores

De igual manera, Turismo de Acapulco advierte que cancelaría la edición 2018 de globos gigantes; la Universidad Autónoma de Guerrero no tiene recursos para pagar aguinaldos y el ayuntamiento no puede paliar la escasez de agua porque no ha pagado su deuda con los transportistas, sólo por poner algunos ejemplos.

De hecho, los estilos de administrar el recurso oscilan entre la disciplina financiera y el derroche irresponsable en todos los niveles.

Llega un gobernante y pone en orden las finanzas y otros recursos del gobierno –Zeferino Torreblanca en Acapulco es ejemplo de ello–; luego, el siguiente, ante la mesa servida y ordenada, hace y deshace sin miramientos.

Así es la espiral de la historia, que parece repetirse hasta el infinito. Siempre alrededor del dinero.