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¿Y las comisiones en las Afore?
A

demás del ahorro obligatorio, los trabajadores pueden ahorrar voluntariamente en Siefore básicas y adicionales. En las primeras, la comisión está incorporada al cargo anual que hace la Afore y cuyo promedio es 1.02 por ciento, mientras que en las segundas, el costo oscila de 0.98 a 1.3 por ciento. Sólo cinco de las 11 Afores ofrecen Siefores adicionales. Ellas manejan 60 mil millones de pesos de ahorro voluntario y han obtenido 700 millones de pesos de ingresos vía comisiones. ¿Qué explica esta diferencia?

Para Carlos Ramírez, presidente de la Consar: existe una razón de peso para ello: las Siefore de ahorro voluntario compiten con otros fondos de inversión de una casa de bolsa tradicional. Están arriba de 1 o 1.5 por ciento. En las Siefore de ahorro voluntario hemos dejado una competencia libre; que cada una determine el nivel de comisiones que considere adecuado ( Reforma, 20/12/17).

O sea: el ahorro voluntario resulta más caro que el obligatorio, sin que ninguno garantice pensiones dignas, a pesar del uso financiero de esos recursos del trabajador.

Frente al debate chileno y ante la demanda social de revisar de raíz el modelo Afore, la calificadora Fitch Ratings asume que la comisión no debe ser el único impulsor para elegir administradora de fondos. Debe considerarse la relación –de mediano/largo plazo– entre el porcentaje de la comisión, cantidad-calidad de los servicios y, sobre todo, los rendimientos de las Siefore (básicas y adicionales) en que se encuentren los recursos para así optar por la mezcla favorable ( El Economista, 10/1/18).

Para Fitch, la pregunta es: ¿qué otras medidas se podrían aplicar para que el costo corresponda a la naturaleza del fondo que realiza las inversiones y no repercuta sustancialmente en la pensión?

La experiencia chilena muestra, según Fitch, que los trabajadores optan por las administradoras caras en vista del balance costo-beneficio: son preferibles las gestoras que suelen generar retornos altos, pese a que cobran más, que las que tienden a producir rendimientos bajos aunque sean más baratas.

Además de las diferencias entre los rendimientos reales netos que pagan las administradoras chilenas y mexicanas –allá se cobra sobre el flujo, mientras que aquí lo hacen sobre el saldo– y cuando un trabajador pierde su empleo, en Chile no le cobran comisión. Aquí, se sigue cobrando sobre el saldo de la cuenta individidual.

Una opción para México, prosigue Fitch, consisistiría en establecer comisiones diferenciadas, no sólo por Afore, sino también por Siefore, de acuerdo con la estrategia y clase de activos de las carteras, según el perfil del trabajador.

Para la calificadora, eso es lo que hacen las operadoras de fondos al especificar comisiones diferentes para cada uno de los portafolios en función del objetivo características y estrategias particulares –e incluso entre las series de un mismo fondo– según la clase y prototipo del cliente y los montos que cada quién disponga. Fitch considera que se entiende que a mayor complejidad de recursos humanos y tecnológicos –dado el tipo de instrumento que se pueda adquirir– mayor es el costo para la Afore. Por tanto, se esperaría que la magnitud del cobro, tenga relación con la sofisticación del portafolio del rendimiento pretendido.

Y así, en el caso de las Siefore básicas, cuatro (entre 36 años y menores), tres (entre 37 y 45 años) por ejemplo, que pueden explotar de forma activa su régimen amplio en atención a afiliados más jóvenes, podrían implicar cargos más altos que la dos (entre 46 y 59 años) y la uno (entre 60 años y mayores) de máximos acotados y configurados para clientes mayores.

El Sistema de Ahorro para el Retiro, también cuenta con la Siefore Básica 0, para la población más cercana al retiro, que le falten dos años para pensionarse y con 63 años cumplidos, dotada de límites más restrictivos al riesgo.

Al diferenciar los costos por tipo de cartera, los afiliados pagarían de manera escalonada y proporcional según los requerimientos, características y expectativas de su Siefore básica, dice Fitch.

Respecto a las Siefore adicionales de ahorro voluntario, con comisiones más caras, la calificadora concluye que a portafolios con estrategia orientada a retornos altos y activos complejos corresponden comisiones más altas.

Hay que recordar que, en noviembre de 2006, la Comisión Federal de Competencia sugirió asignar la administración de todas las cuentas individuales a una Afore única, independiente de las otras vía licitación pública basada en comisiones. Éstas serían uniformes para todo y se determinaría como un porcentaje del saldo un monto fijo por cuenta. El debate nacional que se ha abierto en relación con las comisiones bancarias podría, sin duda, enriquecerse con las que aplican las Afore.

*Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco