Chilpancingo, Gro., Chilapa de Álvarez, gobernado por segunda ocasión por el priísta Jesús Parra García, es ya el tercer municipio más violento del estado, con al menos 125 personas ejecutadas en el año, sólo por debajo de Acapulco y Chilpancingo.

Los asesinatos son resultado de la disputa entre los grupos criminales Los Ardillos y Los Rojos por el control de rutas para el trasiego de drogas, pese a que hay dos retenes del Ejército Mexicano, a la entrada y la salida de la cabecera municipal.

De acuerdo con corporaciones de seguridad, este año se han cometido en Acapulco al menos 725 homicidios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada; en Chilpancingo, capital del estado, suman 170; en Chilapa, 125; en Zihuatanejo, 95; en Iguala, 82, y en Taxco, 58. De ese total, 141 de las víctimas eran mujeres.

Parra García asumió la presidencia municipal el pasado 30 de septiembre y un mes después la violencia se recrudeció en Chilapa, pues se comete una ejecución al día en promedio.

El problema data de 2014, cuando incluso fueron asesinados un comandante de la policía, un secretario de seguridad pública y un regidor, entre otros funcionarios.

Entre los homicidios perpetrados de un mes a la fecha destacan los cometidos en contra de tres policías municipales: uno el 3 de octubre en la carretera Chilapa-Zitlala, otro el 18 de octubre en el barrio del Dulce Nombre y uno más el 19 de octubre en las inmediaciones del cuartel de la policía. La noche del 2 de octubre una mujer fue asesinada a balazos en un restaurante de comida japonesa.