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El magnate retoma retórica de odio

Líderes judíos repudian a Trump; no será bienvenido en Pittsburgh

Exigen al presidente de EU dejar de poner en peligro a todas las minorías

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▲ Flores en honor a las víctimas de la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh, Pennsylvania. En el piso, una consigna contra el presidente estadunidense, Donald Trump, y su discurso de odio.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 30 de octubre de 2018, p. 29

Nueva York. Asombrando hasta a los que ya no se sorprenden más, Donald Trump arremetió contra los inmigrantes y los medios este lunes, alimentando lo que llevó al peor crimen antisemita y el peor atentado contra líderes políticos en la historia de este país, mientras líderes judíos, entre otros, declararon que el presidente no será bienvenido en Pittsburgh hasta que denuncie a los supremacistas blancos y abandone su retórica antimigrante.

Ignorando por ahora el repudio de dirigentes de la comunidad judía en Pittsburgh, y la solicitud de su alcalde de esperar hasta después de los funerales de las 11 víctimas de la matanza del sábado en una sinagoga, Trump y su esposa, Melania, anunciaron que visitarán la ciudad este martes.

Más de 35 mil personas han firmado una carta abierta dirigida a Trump, de un grupo de líderes judíos, que dice: Presidente Trump, usted no es bienvenido en Pittsburgh hasta que denuncie plenamente el nacionalismo blanco. La misiva agrega que el mandatario no será bienvenido hasta que deje de poner en peligro a todas las minorías y hasta que usted cese su asalto contra migrantes y refugiados.

Acusaron que durante los pasados tres años “sus palabras y políticas han envalentonado a un creciente movimiento nacionalista blanco. Usted mismo llamó malvado el asesinato, pero la violencia (del sábado) es la culminación directa de su influencia (…) esta matanza no es el primer acto de terror que usted ha incitado contra un grupo minoritario en nuestro país”.

La ex presidenta de la sinagoga Árbol de la Vida se sumó al sentimiento de la carta, afirmando que Trump no es bienvenido a su ciudad, porque es un proveedor del lenguaje del odio.

La masacre en la sinagoga fue calificada del peor ataque antisemita en la historia de Estados Unidos por la Liga Antidifamatoria, principal organización nacional judía de derechos civiles. La misma organización había informado hace unos meses que el nivel de ataques antisemitas en el país se había incrementado 57 por ciento durante 2017, primer año de Trump en la Casa Blanca, registrando un total de mil 986 incidentes.

A la vez, como han señalado líderes judíos y defensores de derechos civiles, el ataque fue tanto antisemita como antimigrante. El acusado había expresado en redes sociales que tenía que matar a judíos, en parte porque eran responsables de promover la inmigración de invasores que matan a nuestra gente y de las masivas caravanas humanas de jóvenes de Honduras y El Salvador que invaden este país.

De hecho, algunos dicen que no sorprende que esto haya ocurrido justo cuando Trump afirma que la caminata de centroamericanos que pasa por México es una invasión y agrupaciones de ultraderecha han acusado a judíos, sobre todo al filántropo liberal George Soros, de financiar la caravana.

Además, la matanza en Pittsburgh se realizó horas después del arresto de otro ultraderechista responsable de lo que algunos llaman el peor atentado contra líderes políticos en la historia del país –el envío de por lo menos 14 artefactos explosivos al ex presidente Barack Obama, el ex vicepresidente Joe Biden, varios legisladores y ex jefes de inteligencia, así como la ex candidata presidencial Hillary Clinton.

Sin embargo, Trump –quejándose de que el asunto de las bombas había distraído del enfoque en las elecciones y luego de cumplir con mensajes breves de repudio a la violencia política y el odio, llamando a la unidad, y lamentando los hechos–, no tardó en volver a su retórica incendiaria de siempre.

Mientras sus generales cumplían con la orden del comandante en jefe de enviar más de 5 mil efectivos a la frontera con México para defender al país de una invasión de migrantes centroamericanos (ver nota relacionada en esta edición) avivando una vez más el clima antimigrante, tampoco olvidó a su otro enemigo favorito, los medios, a los que acusó de ser los promotores del clima de violencia.

Hay mucha ira en este país, causada, en parte, por el reporteo impreciso e incluso fraudulento de las noticias. Los medios de noticias fabricadas, el verdadero enemigo del pueblo debe frenar la hostilidad abierta y obvia, y reportar la noticia verídica de manera imparcial. Eso hará mucho para apagar la flama de la ira tuiteó esta mañana, afirmando que con eso se podrán unir todos los lados en paz y armonía.

Algunos no pueden creer que Trump continúe con esta retórica. Políticos y defensores de derechos humanos advirtieron que está provocando la posibilidad de generar mayor violencia antimigrante y contra los medios.

Mientras tanto, Trump reportó que tiene un nuevo aliado. Tuve una muy buena conversación con el recién electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. ¡Acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán conjuntamente de manera cercana en materia de comercio, en lo militar y todo lo demás! ¡Llamada excelente, le envié felicidades!

Por otro lado, comunidades religiosas, defensores de derechos civiles y un amplio espectro de la clase política se sumaron a las expresiones de pesar y solidaridad con la comunidad afectada en Pittsburgh. Una campaña de recaudación de fondos llamada Musulmanes Unidos por Pittsburgh logró más de 90 mil dólares en contribuciones para apoyar a sus conciudadanos judíos afectados por la matanza. Los jóvenes sobrevivientes de la masacre en su preparatoria en Florida que detonó la Marcha por Nuestras Vidas, movimiento nacional por el control de armas, también expresaron su solidaridad.