Capital
Ver día anteriorLunes 8 de octubre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Chicles y basura impactan en el patrimonio histórico de la urbe

Si el daño es mayor no podrá recuperarse ni restaurarse: Juan Ignacio Domínguez

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de octubre de 2018, p. 38

Juan Ignacio Domínguez, titular del Centro del Patrimonio Inmobiliario del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, afirmó que es de vital importancia emprender campañas para preservar los bienes patrimonilaes, a los que los chicles y la basura están causando gran impacto.

México es reconocido por sus bienes patrimoniales, pero como sociedad tenemos grafitis donde no debe haberlos, chicles en las banquetas y la carpeta asfáltica, basura tirada por todos lados, conductas que como sociedad cometemos y que tienen un impacto muy importante para nuestros bienes patrimoniales ecológicos y sociales.

Los bienes patrimoniales son invaluables, y si se pierden no podrían restaurarse ni recuperarse de ninguna manera; tienen gran valor turístico y cultural y son también un vínculo con nuestro pasado, que en el presente tiene una gran función en cuanto a nuestras tradiciones y sentido de pertenencia, además de que tienen un valor emotivo como marcador geográfico, sostuvo.

México tiene 33 declaratorias de Patrimonio Mundial de la Humanidad, lo cual no es poca cosa y nos ubica en primer lugar en América Latina, dijo Domínguez en entrevista.

En tanto, para Jorge Carlos Negrete Vázquez, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano, éste es un tema que se trata poco en la Ciudad de México, a pesar de que es uno de los patrimonios más importantes que puede tener una ciudad.

En la medida que voy perdiendo mi patrimonio, voy perdiendo esos espacios, no sólo pierdo un patrimonio físico invaluable, sino identidad cultural y sentido de pertenencia, dijo en entrevista por separado.

Por ello, en la medida que se ordenan las calles, se recuperan los espacios públicos y el paisaje urbano, de manera que la gente pueda admirar los edificios coloniales y modernos, las plazas, puentes y parques, en esa medida va reconociendo que su casa no termina en el dintel de su puerta, sino que se alarga a los espacios de su comunidad con otras personas con las que trabaja y vive, finalizó Negrete Vázquez.