Los comuneros de Milpa Alta presentaron el jueves ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) del Octavo Distrito un documento donde exigen el reconocimiento y declaración judicial por parte del tribunal de que Milpa Alta es una comunidad indígena compuesta de nueve pueblos originarios, cuyos hijos e hijas tienen el derecho a ser contemplados como comuneros y participar en el proceso de elección de una nueva representación comunal en el que las bases sean acordadas entre los pueblos y el gobierno.

A raíz de la muerte en edad avanzada de Julián Flores Aguilar, representante general de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos, los comuneros eligieron una comisión de transición para gestionar el proceso de elección de nueva representación comunal, que recae en el TUA.

La herencia que defienden los milpaltenses, que se llaman a sí mismos momoxcas, incluye más de 10 mil hectáreas de zonas forestales, más otras aún en litigio con pueblos vecinos. Sus bosques comunales, sostienen ellos, brindan enormes beneficios ambientales a más de 20 millones de habitantes de la Cuenca de México y del Valle de Cuernavaca.

Los milpaltenses reconocen la existencia en el interior y exterior de la comunidad, de intereses por dividir, engañar y hacerse a la mala con el cargo que dejó don Julián; dichos intereses están encabezados por agentes de los partidos políticos. Pero siempre quedará la organización comunitaria para hacerles frente, advierten.

Elección de nuevos representantes

Asesores y colaboradores de Flores Aguilar han rechazado públicamente el cargo de representación. Al no haber una representación legal en quien recaiga la personalidad jurídica de la comunidad, el poder comunal reside en el pueblo y se ejerce mediante reuniones comunitarias. A la fecha se han llevado a cabo tres reuniones. En ellas los originarios expresaron que nadie puede usurpar el cargo de Flores Aguilar hasta que una asamblea legalmente convocada elija nuevos representantes.

En respeto al modo comunal los milpaltenses nombraron una comisión colectiva para encargarse de las tareas urgentes, como convocar más reuniones y avisar a los tribunales del deceso de don Julián, con el fin de que se suspendan todos los procesos legales interpuestos por la comunidad, y que sean continuados una vez que se elija una nueva representación. Posteriormente, el 26 de agosto, se desconoció el autonombramiento de algunos representantes auxiliares de bienes comunales que intentaron hacerse con la representación general desde el 17 de agosto, tres días después de fallecer don Julián, en una falsa asamblea a la que asistieron nueve personas”. El primero de septiembre, en la tercera reunión comunitaria, la comisión alcanzó la cifra de 69 representantes de los nueve pueblos de Milpa Alta. Una comisión de transición que realice las gestiones políticas, sociales y comunitarias, abrir los censos para las nuevas generaciones de comuneros sean reconocidas, y realizar lo necesario para que la elección de una nueva representación comunal sea abierta, libre, informada, pacífica, legal e incluyente.

En las reuniones comunitarias se ha reiterado: Es momento de pensar cómo queremos la elección, quién queremos que participe y qué características debe tener el nuevo representante, no es tiempo de aventar candidatos como si fuera una cosa de los partidos políticos.