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Desde otras ciudades

Los traperos marcan la pauta ecológica de Sofía

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▲ Los traperos de la capital búlgara recogen hasta 100 mil toneladas de residuos reciclables al año.Foto Afp
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on pobres, con frecuencia mayores, pero realizan de manera informal la mitad del reciclaje de los desechos locales. Los traperos de Sofía, capital de Bulgaria, temen perder su sustento luego de una controvertida decisión del ayuntamiento que busca alejarlos del centro de la ciudad.

De contenedor en contenedor, una compañía de teatro pasea con los espectadores por las calles. Su objetivo es mostrar la labor de las manos invisibles que reciclan los residuos de Sofía.

Esa gente hace lo que otros no. Dejemos de hacer como si no existieran, dice Evgenia Tacheva, integrante de la organización humanitaria Za Zemiata, que se ha propuesto exponer el papel de los traperos en la capital, entre las peores ciudades de Europa en materia medioambiental.

El tiempo apremia, asegura Tacheva. El próximo año, los depósitos donde venden por un puñado de levas (moneda local de Bulgaria) los desperdicios recolectados se trasladarán a las afueras de la ciudad. Demasiado lejos para los traperos, que no tienen medios de transporte y se quedarán, por tanto, sin ninguna fuente de subsistencia.

Sin las casi 5 mil personas que sobreviven de rebuscar en la basura, además de recoger cajas y botellas en los parques de Sofía, esa ciudad de 1.5 millones de habitantes no tendrá ninguna posibilidad de alcanzar los objetivos de la Unión Europea (UE), que fijó una tasa de reciclaje en 50 por ciento desde este año hasta 2020.

La capital búlgara recicla hoy día menos de un tercio de sus desechos, la mitad gracias a los traperos. Queremos cambiar su imagen ante la sociedad, que los considera a todos como indigentes, explica Desislava Stoianova, otra militante de la organización. Un prejuicio que a menudo tiene poco que ver con la realidad.

Boriana, de 62 años, trabajó durante mucho tiempo como empleada y tiene un apartamento. Pero aún no cobro mi jubilación y mi marido murió, cuenta mientras coloca con cuidado vidrios, cajas de aluminio y papeles en el pequeño carro.

Los traperos de Sofía, que recogen hasta 100 mil toneladas de residuos reciclables al año, son indispensables en una ciudad donde menos de un tercio de la población separa sus desechos. La organización humanitaria desea que se les integre plenamente en el sistema municipal de gestión de la basura.

Si la ciudad sigue adelante con su proyecto de desplazar esos centros, sólo nos quedará pedir limosna, lamenta un ex obrero de 60 años que se convirtió en traperos después de perder su trabajo.

Afp