Mundo
Ver día anteriorJueves 2 de agosto de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Tuit no es una orden, matiza vocera

Trump pide frenar cacería de brujas por el caso ruso

Comete obstrucción de la justicia en tiempo real, acusan legisladores

Foto
▲ Manifestación contra Brett Kavanaugh, candidato deTrump a la Suprema Corte, frente al Capitolio.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 2 de agosto de 2018, p. 25

Nueva York

El presidente Donald Trump pareció apretar la soga sobre su cuello al instar a su procurador general a frenar de inmediato la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller que, entre otras cosas, está examinando la posible obstrucción de la justicia del mandatario.

En medio de su usual ráfaga de tuits matutinos, Trump escribió que la investigación de la colusión de su campaña electoral con los rusos es una fabricación total y que ésta es una situación terrible y el procurador general Jeff Sessions debería frenar esta cacería de brujas chueca ahora mismo, antes de que continúe manchando más a nuestro país. Bob Mueller está totalmente en conflicto, y sus 17 demócratas enojados que están haciendo su trabajo sucio son una desgracia para Estados Unidos.

Fue la declaración más directa de Trump –y una petición tal vez sin precedente de un presidente– sobre su deseo de que se ponga fin a la investigación que ha manchado a su gobierno desde el comienzo.

Mueller, encargado de la investigación sobre la mano rusa en las elecciones estadunidenses de 2016 está indagando, entre otras cosas, la posible colusión del equipo y socios de Trump con Moscú, como también la posible obstrucción de la justicia del presidente al intentar descarrilar desde un principio esta investigación. El fiscal especial está evaluando como evidencia de obstrucción las declaraciones y tuits de Trump.

Varios legisladores demócratas y otros críticos acusaron que el tuit de ayer es nada menos que obstrucción de la justicia. El senador e integrante del Comité Judicial Patrick Leahy respondió por tuit: cuando yo era fiscal, la obstrucción de la justicia era frecuentemente difícil de comprobar, requiriendo evidencia difícil de obtener de que las acciones del individuo realmente tenían la intención de interferir con una investigación criminal en curso. Oh, cómo han cambiado los tiempos.

El senador Richard Blumenthal, también ex fiscal, afirmó que ahora existe evidencia altamente creíble de que el presidente de Estados Unidos está cometiendo obstrucción de la justicia en tiempo real, frente a nuestros ojos.

Abogados del presidente y la vocera de la Casa Blanca se apresuraron a descartar que el tuit de hoy fuera un intento por interferir de manera ilegal en la investigación, afirmando que sólo estaba expresando su opinión y deseo, y que no podría ser interpretado como una orden. No es una orden. Es la opinión del presidente, explicó la vocera Sarah Huckabee Sanders.

Varios legisladores republicanos también criticaron el tuit, enfatizando que desean que la investigación siga su curso hasta el fin.

Expertos señalaron que sería difícil acusar formalmente al presidente de obstrucción con base en este tuit, pero podría fortalecer tal cargo al sumarse con otras declaraciones del presidente desde inicios de esta investigación, hace casi un año.

Al mismo tiempo, está el hecho de que el procurador general probablemente no puede cumplir, aun si lo deseara, con el deseo de Trump porque se ha recusado de participar en este asunto desde marzo del año pasado, decisión deplorada abiertamente por Trump, quien ha dejado en claro desde entonces que se arrepintió de haberlo nombrado para ese puesto. Por ello, el subprocurador fue quien designó a Mueller.

A su vez, el nombramiento de Mueller es resultado de sucesos que podrían ser parte de eventuales cargos de obstrucción de la justicia, ya que Trump fue quien ordenó el despido del primer encargado de la investigación sobre la trama rusa, el entonces jefe del FBI James Comey, en mayo de 2017.

En torno a las constantes descalificaciones del presidente de que la investigación es una cacería de brujas impulsada por sus opositores, y su acusación de que el equipo de Mueller está integrado por demócratas, los hechos son que Mueller es republicano, y quien lo nombró, el subprocurador Rosenstein, también.

Para algunos, los continuos ataques del presidente contra investigaciones independientes como ésta, contra tribunales y jueces que cuestionan y revierten sus políticas, como el cada vez más hostil –y peligroso– ataque contra los medios, ya son parte de un asalto mayor sobre fuerzas o instituciones que limitan su poder ejecutivo.

Esa guerra política ha incluido la batalla por el control de la verdad. Trump ha insistido en que solo él y sus aliados son los dueños de la verdad, y que investigadores, jueces y sobre todo periodistas, son enemigos que producen fake news.

Según el Washington Post, que mantiene un contador de las mentiras expresadas por el presidente, Trump ha hecho 4 mil 229 afirmaciones falsas o engañosas en sus 558 días como presidente, un promedio de 7.6 por día; en su primer año hizo 2 mil 140, pero seis meses después ha casi duplicado ese total.