A pesar de que entre 1997 y 2017 la población joven se incrementó en 139 millones en todo el mundo, su presencia en la fuerza laboral disminuyó de forma constante en el mismo lapso, al pasar de 55 a 45.7 por ciento, alerta la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Destaca que es el sector que tiene el doble de posibilidades de tener un empleo temporal, en comparación con los adultos.

A ello se suma que los jóvenes enfrentan una tasa de desocupación de 13.1 por ciento y que ocho de cada 10 sólo acceden a trabajos informales, mientras 16.7 por ciento de los que laboran viven en pobreza extrema, al percibir un ingreso de 1.90 dólares al día.

El pasado día 15, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemoró el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, para recordar que otro desafío que enfrenta la población de 15 a 29 años es el impacto de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial en el mercado laboral, pues están modificando las destrezas requeridas para obtener un empleo, a lo que se suma que 21.8 por ciento de los jóvenes no están empleados, no cursan estudios ni reciben capacitación. De ellos, se estima que 76.9 son mujeres.

En el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2017, destaca que al menos 70.9 millones de jóvenes en el planeta están desocupados, mientras en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos cerca de 18 por ciento de los muchachos que no hallan trabajo tienen un año o más sin laborar.

▲ A escala mundial, los jóvenes tienen las tasas más elevadas de empleo informal, con 76.7% de quienes cuentan con una plaza. La imagen, en la capital del país.Foto Roberto García Ortiz

Además, tienen las tasas más elevadas de empleo informal, con 76.7 por ciento de quienes cuentan con una plaza, frente a 57.9 de los adultos. Pese a ello, los jóvenes valoran la estabilidad y el acceso a prestaciones de ley, por lo que una de sus aspiraciones es alcanzar seguridad social.

Pese a que se trata de generaciones que logran adaptarse rápidamente al uso de las nuevas tecnologías, la OIT alerta que la innovación constante exigirá el fortalecimiento de las llamadas habilidades blandas en todos los niveles educativos, a fin de garantizar que los jóvenes tengan destrezas para la resolución de problemas complejos y se mantengan abiertos a aprender.

Agrega que los sectores económicos que se prevé puedan generar mayor cantidad de empleos para ellos son las actividades financieras, de atención a la salud y asistencia social, comercio, hoteles, restaurantes y transporte, así como el almacenamiento de datos, información y comunicaciones.

Destaca que hay creciente interés por trabajadores de alta y baja cualificación, y menor interés por quienes son semicualificados; alerta que esta tendencia hacia la polarización del empleo podría verse acentuada por las nuevas tecnologías y potencialmente exacerbar las desigualdades.