La Habana

El contexto político y social de América Latina merece la concertación urgente de todas las fuerzas progresistas de izquierda para construir una plataforma antihegemónica y frenar el neoliberalismo, aseveró el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Ante los 625 delegados e invitados procedentes de 51 países al 24 Foro Anual de Sao Paulo, que fue clausurado ayer en La Habana, el mandatario cubano expuso: “La unidad de los partidos de izquierda y los movimientos sociales parece ser la única salida… una gran unidad continental sobre la base de las experiencias nacionales y de sus protagonistas; debe ser un objetivo cardinal”.

El mandatario hizo un balance crítico de la realidad latinoamericana y caribeña, lo cual nos permite afirmar que, pese a todos los esfuerzos del imperialismo, se mantiene la llama de la rebeldía en la patria grande de Simón Bolívar y José Martí.

“Este encuentro ha ratificado la permanente presencia de Fidel Castro, Hugo Chávez y Ernesto Che Guevara en nuestras luchas”, expresó el gobernante.

Reafirmó que en Cuba no habrá giros capitalistas ni concesiones de ningún tipo a quienes de mil maneras diferentes buscan alejarnos de las históricas posiciones internacionalistas.

Díaz-Canel, en nombre de Cuba, expresó solidaridad con la revolución bolivariana de Venezuela, con los gobiernos de Nicaragua, El Salvador y Siria, exigió la independencia de Puerto Rico y respeto a los acuerdos de paz en Colombia.

Díaz-Canel sucedió en el poder a Raúl Castro el 19 de abril, y es el primer presidente sin grado militar que asume el liderazgo en el país en 60 años de revolución.

“La revolución cubana mantendrá en alto sus principios de solidaridad e internacionalismo. Hoy, todos somos Fidel (Castro, dirigente de la revolución, fallecido en 2016) y nuestras consignas para siempre serán: Patria o muerte. “‘¡Venceremos!”, insistió Díaz-Canel, quien clausuró el foro en compañía de sus homólogos Nicolás Maduro, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia, y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, quienes a su vez resaltaron el legado de Fidel Castro.

Durante tres días, los participantes debatieron acerca de la ofensiva de la derecha regional y cómo la izquierda debe enfrentar el embate en esferas como la comunicación para contrarrestar la hegemonía estadunidense en el continente.