Economía
Ver día anteriorDomingo 15 de julio de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Sin resultados, el programa concurrente para el campo
Foto
▲ En México y América Latina se da el dualismo de escala en el sector agropecuario: muchas pequeñas explotaciones coexisten con un reducido número de productores de gran tamaño con una gran estructura de tenencia de la tierra.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de julio de 2018, p. 16

El Programa Especial Concurrente (PEC) para el Desarrollo Rural Sustentable, 2012-2018, creado para incentivar el desarrollo en el campo nacional, así como la serie de programas y políticas de fomento que le acompañan, no se ha reflejado en un incremento de la productividad y desarrollo del sector agropecuario en México, señala un análisis de la Cámara de Diputados.

Ejemplifica que de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2012 México ocupó el segundo lugar mundial en la producción de sorgo y para 2016 pasó a ocupar el cuarto sitio.

De acuerdo con el estudio, entre 2012 y 2016 México escaló apenas dos posiciones en la materia a nivel internacional, al pasar del puesto 15 al 13 en cuanto al valor agregado de su sector agropecuario, un avance incipiente si se consideran los esfuerzos presupuestarios que el gobierno federal ha realizado en este ámbito, indica el análisis.

El texto, elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), destaca que la función básica del PEC es el impulso del sector agropecuario, pero no sólo en lo que compete a la productividad, sino en la calidad de vida de la población que depende de las actividades agropecuarias, para lo cual, se destinan cada año montos importantes de recursos distribuidos en una estructura que comprende 16 ramos presupuestarios y 10 vertientes temáticas.

Pese a dichos esfuerzos, el campo mexicano continúa estancado, con bajas tasas de productividad y bajos niveles en la calidad de vida de sus habitantes, situación que se refleja en el incremento de la pobreza, señala el análisis.

Explica que si bien a escala mundial, México se ubica entre los primeros 15 lugares tanto en la producción como en la generación del valor agregado del sector agropecuario, esto no se ha traducido en una reducción substancial de la pobreza en el medio rural, debido a que una de las características del sector, no sólo en México sino en toda América Latina, es el dualismo de escala, es decir, un gran número de pequeñas explotaciones coexisten con un número menor de explotaciones comerciales medianas y de gran tamaño, pero con una gran estructura de tenencia de la tierra.

Lo anterior significa que el motor de las exportaciones y producción a gran escala se concentra en muy pocos manos, mientras el grueso de la producción está atomizada en pequeños productores que en buena medida laboran para la subsistencia o complementan sus ingresos con actividades de otros sectores, como el comercial o manufacturero.

El reporte de la Cámara de Diputados concluye que en el país hace falta una política pública de desarrollo del campo consistente con los objetivos plasmados en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS), la cual, como señalan diversos estudios sobre el tema, presenta diversas debilidades.

Entre ellas destacó el hecho de que está integrado por demasiados programas y unidades responsables, que tienen sus propios objetivos, beneficiarios y reglas, lo que provoca que en algunos casos se dupliquen esfuerzos e incluso se contrapongan objetivos.