Opinión
Ver día anteriorLunes 25 de junio de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Reporte económico

El debate sobre el desarrollo (2/2)

S

ólo a partir de que un nuevo gobierno democrático, honesto y sin compromisos salvo con México y su población llegue al poder, las palabras mayores de la ciencia económica volverán a tener sentido. Desarrollo, equidad, distribución, crecimiento, equilibrio, seguridad económica, inclusión social,... Estado rector, son términos y principios fundamentales – hoy relegados a la vacuidad, despreciados por el poder y cancelados en la práctica – que habrán de cobrar vigencia y direccionalidad.

Distribución del ingreso

La clave distintiva de un gobierno está en la forma en que orienta la distribución de la riqueza (ingreso) que cotidianamente genera una economía por la conjunción del trabajo humano y el capital en primera instancia; en segunda por la forma en que grava a ambos segmentos para constituir la masa fiscal; y en tercera por el uso que da a esos recursos.

• Sobre el primer elemento, la distribución, es bien sabido que la política neoliberal es de naturaleza regresiva, concentradora del ingreso y la riqueza a favor del capital, y dentro de éste, en torno al capital corporativo-financiero, que en la población es el famoso 1.0%

En 2016, la remuneración a los asalariados (el trabajo) sólo representó el 26.7% del Producto Interno Bruto (PIB), un 25% menos que en 1981 (año previo a la irrupción neoliberal). Este abatimiento del valor del trabajo (vía contención y erosión salarial, desempleo, informalidad y automatización) fue desde luego transferido a favor del capital, que para 2016 acaparó el 66.4% del PIB (Gráfico 4).

Al efecto, consideramos que una política redistributiva deberá revertir todos los elementos adversos que han desplomado la participación del factor trabajo para elevarla a un 46.5% del PIB y empatarla cuando menos (en los países avanzados es superior) con la participación del capital (excedente económico/utilidades) en el PIB.

• Respecto del segundo elemento, la captación fiscal, México es una joya de ineficacia y/o inequidad dolosa. Si en los países socialmente avanzados el Estado capta de empresas y ciudadanos cerca del 50% del PIB, y los 34 países de la OCDE el 34.3% en promedio, México sólo capta el 17.2% de su PIB (Gráfico 5).

Foto
Foto
Foto

El fisco mexicano es un auténtico queso gruyere, se ve íntegro por afuera pero por dentro está lleno de agujeros, mismos que permiten una enorme evasión/elusión de impuestos, particularmente en el impuesto toral, el Impuesto sobre la Renta (ISR). Si las utilidades de las empresas (únicamente) formales representan el 47.1% del PIB (Gráfico 4), y ellas pagaran el 30% del ISR establecido, tan sólo por este concepto el fisco captaría el 14.1% del PIB, es decir, el doble del 7.0% captado actualmente vía ISR de todas las empresas (formales e informales) y de los ingresos de los contribuyentes.

Es por ello indispensable una reestructuración hacendaria que nos acerque (captando bien los impuestos y reestructurando los ingreso por seguridad social) a una captación total de un 33% del PIB (Gráfico 5), aproximadamente el doble del actual 17.2, a fin de dotar financieramente al gobierno para cumplir sus fines.

• Así, el tercer elemento relativo al uso de recursos fiscales podría canalizar fondos a un gasto administrativo - operativo eficiente y austero, más recursos a inversión social (educación, salud, agua, medio ambiente, servicios básicos,...), y cuando menos triplicar la inversión fija (del 3.2% actual del PIB al 10.0%) para alcanzar con una inversión privada del 25% una inversión total anual del 35% (hoy el 22.4%), con énfasis en la inversión en maquinaria y equipo para la producción (Gráfico 6).

Una auditoría federalizada de apoyo y supervisión podría ser la clave, además, para acercarnos al uso óptimo de recursos en los tres niveles de gobierno.

UNIDAD TÉCNICA DE ECONOMÍA SA de CV • ciudad de México • Teléfono / Fax: 5135 6765 • [email protected]

vectoreconomico.com.mx