Mérida, Yuc.

En Yucatán, lo único seguro del proceso electoral del 1º de julio es que el próximo gobernador se llamará Mauricio. Uno de apellido Sahuí Rivero, de la coalición PRI, PVEM y Panal, y el otro Mauricio Vila Dosal, del PAN y MC, quienes son los candidatos que acaparan las preferencias de los eventuales votantes.

Los otros aspirantes son Joaquín Díaz Mena, de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES), quien en 2012 compitió por el PAN a la gubernatura, y Jorge Zavala Castro, un académico de la Universidad Autónoma de Yucatán abanderado como candidato ciudadano por el PRD.

La encuesta electoral 2018, dada a conocer por la Coparmex el 12 de junio, reportó que Sahuí Rivero, del PRI, cuenta con 32.1 por ciento de la preferencia bruta de los entrevistados; Vila Dosal, del PAN, 27.3 por ciento y Joaquín Díaz Mena, de Morena, 26.8, mientras Zavala Castro, del PRD, apenas 0.2 por ciento.

En contraste, la encuestadora Masive Caller, da ventaja a Vila Dosal con 42.2 por ciento; Sahuí Rivero, 24.7; Díaz Mena, 18.2; y Zavala Castro, 3.4 por ciento.

En Yucatán, este 2018, estarán en disputa la gubernatura, 25 diputados estatales y cinco federales, por lo menos tres posiciones al Senado por primera fórmula partidista y 106 alcaldías, principalmente la de Mérida, capital de la entidad.

El Registro Federal de Electores, dependiente del INE, informó que el 1° de julio podrán votar un millón 506 mil 737 personas, en 2 mil 666 casillas en los 106 municipios de la entidad a través de 4.3 millones de boletas. Estarán en juego 2 mil 100 cargos de elección popular, desde gobernador a regidores.

Dimes y diretes

Considerado por autoridades federales como el estado más seguro del país, lejos de crímenes, amenazas y atentados, el proceso electoral ha transcurrido entre propuestas y acusaciones mutuas de los candidatos.

El 18 de junio, Tonatiuh Villanueva Caltempa, secretario estatal de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, vinculado a la campaña del panista Mauricio Vila Dosal, denunció un supuesto despojo superior a mil 800 hectáreas de terrenos nacionales para favorecer al candidato a gobernador del PRI-PVEM-Panal, Sahuí Rivero, y a otros familiares.

Según el denunciante, Sahuí Rivero y sus familiares compraron a precios onerosos las tierras a productores yucatecos y aseguró que mintió en su declaración 3 de 3. Aparte, dos familiares de Sahuí Rivero estarían ligados a esa operación. El propio candidato ha declarado: Están desesperados los de la oposición y no saben qué inventar.

Nada han comprobado al aspirante priísta, a quien le recuerdan que su madrina política es la ex gobernadora Ortega Pacheco (2007-2012), polémica por su presunta estela de derroches y frivolidades durante su gestión.

Por otro lado, la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (Asey) comenzó una investigación contra el panista Vila Dosal por el presunto desvío de 221 millones de pesos, del erario municipal, mediante la creación de 22 empresas fantasmas, de 2015 a febrero de 2018, periodo en el que ejerció como alcalde de Mérida. Los recursos habrían sido para costear parte de su campaña, reveló Joaquín Díaz Mena, su adversario de Morena y ex militante panista.

La Asey, en comunicados, sólo ha reportado que sigue la investigación contra el ayuntamiento de Mérida y de Vila, quien culpó al gobierno estatal de querer desprestigiarlo con miras al proceso electoral.

Mérida, el otro botín

La otra parte de la historia electoral de Yucatán se concentra en Mérida, la capital del estado, donde los principales abanderados son el ex alcalde Renán Barrera Concha (2012-2015), de PAN y MC, y el priísta aliado con PVEM y Panal, Víctor Caballero Durán, cercano al gobernador saliente Zapata Bello, ex secretario general de Gobierno y ex titular de Educación local.

Muy lejos marchan Jazmín López Manrique, actriz de teatro regional, del PRD, y Fernando Xacur, empresario de origen libanés, por Morena.

Caballero ha sido vinculado al fraude denominado Crecicuentas, nombre de una empresa que desfalcó con 33.5 millones de pesos a más de 85 socios. Según los denunciantes, el ahora aspirante era el asesor legal de los fundadores de esa entidad crediticia y se llevó su buena tajada. Tampoco se le ha comprobado alguna irregularidad. Fuentes del PRI revelan que el priísta estaría arriba de su adversario 2 puntos porcentuales.

En tanto, Barrera Concha, del PAN y MC, es críticado por el bando tricolor por endeudar al ayuntamiento de Mérida como alcalde (2012-2015), con más de 600 millones de pesos, tras suspender el pago a proveedores de 85 mil lámparas de fabricación china que su sucesora, la priísta y senadora del PRI, Angélica Araujo Lara, compró a una empresa de Jalisco.

En 2017, la Corte falló contra el ayuntamiento y lo obligó a continuar con los pagos de las luminarias que, con intereses moratorios, suman 600 millones de pesos. Barrera Concha ha dicho: no me arrepiento de lo que hice. Su contrincante, Víctor Caballero, ha llamado a no votar por ese mal edil que endeudó a Mérida y a sus contribuyentes.