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Albiceleste fracturada

Desmienten rebelión contra Jorge Sampaoli
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▲ No cesan las críticas dirigidas al técnico Jorge Sampaoli y al presidente de la Asociación del Futbol Argentino, Claudio Chiqui Tapia (derecha).Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de junio de 2018, p. 7

Moscú

El mazazo que Croacia propinó a la selección argentina con la goleada (3-0) fue tan fuerte que fracturó la relación entre el cuerpo técnico y los futbolistas, quienes incluso sentían que la eliminación estaba consumada, aunque la Albiceleste sigue viva gracias a la victoria de Nigeria ante Islandia.

La selección argentina adelantó el entrenamiento vespertino para poder presenciar el encuentro con el que Nigeria sumó tres puntos y se ubicó en segundo sitio, detrás de Croacia (seis unidades). Si los sudamericanos, que sólo tienen un punto, vencen a Nigeria en su último partido y Croacia al menos empata con Islandia, lograrán la clasificación a octavos de final.

Los jugadores titulares frente a Croacia trabajaron en el gimnasio, mientras los suplentes saltaron al campo liderados por Jorge Sampaoli, de quien se rumoraba que los futbolistas habían pedido que no se sentara en el banco en el partido con Nigeria, el 26 de junio en el estadio de San Petersburgo.

Es absolutamente falso. Todo eso de que estuvieron reunidos los jugadores y demás, es todo falso, aseguró en un mensaje a los medios argentinos el jefe de prensa de la selección, Nicolás Novello.

La derrota en Nizhny Nóvgorod se inscribe como una de las páginas más dolorosas en la historia de la selección de Argentina en un Mundial, no tanto por el resultado final, sino por las formas. Nadie salió indemne: ni el entrenador Sampaoli, ni el astro Lionel Messi, ni la mayoría de los que alinearon.

Desde el entorno de Sampaoli se afirma que los jugadores ya no están convencidos ni se van a convencer de la propuesta que trata de plasmar el ex timonel del Sevilla. Y confirman que la relación entre el entrenador y sus convocados ya no tiene vuelta atrás.

El técnico prefiere defender con tres –cinco, cuando el rival ataca– en el fondo, en lugar de cuatro, tema que en meses recientes se transformó en cuestión de Estado dentro del plantel.

Para el debut con Islandia (1-1), Sampaoli decidió hacer una concesión táctica al capitán Messi y a Javier Mascherano, los líderes del equipo: cuatro atrás más un doble eje central. Como el resultado no fue el deseado, el entrenador pateó el tablero ante Croacia, realizó tres cambios de nombres y apostó al diseño en que confía. Tampoco salió bien.

Reproches

Los reproches mutuos están a la orden del día. Desde el cuerpo técnico se preguntan por qué se volvió a ver a un Messi de brazos caídos y escasa incidencia en el juego, con lo que empezó a perder el crédito que había conseguido con el exigente hincha argentino, que le reclama títulos con la casaca albiceleste.

En Rusia volvieron los viejos fantasmas y arrecian las comparaciones con Cristiano Ronaldo, quien cimenta su prestigio como el hombre que marca la diferencia, el líder de goleo que tiene a Portugal a un paso de la segunda ronda.

Las críticas, no obstante, podrían ser injustas. Messi no lo puede hacer todo solo, justificó el croata Luka Modric, aludiendo al hecho de que, una vez más, el astro de Rosario no tiene mucho apoyo de la mediocre selección argentina.

Los cinco técnicos argentinos que dirigen en Rusia tienen hasta ahora números desastrosos y tres ya están preparando maletas: Juan Antonio Pizzi, con Arabia Saudita; Héctor Cúper, con Egipto, y Ricardo Gareca, con Perú.