Una ocurrencia inesperada cambió la vida de Francisco Bandido Vargas. Hace una semana su imagen atizando a Rod Salka, el boxeador estadunidense con calzoncillos de muro fronterizo y lema de Donald Trump, dio la vuelta al mundo.

Medios de distintos países titulaban de manera irónica la paliza del mexicano sobre un estadunidense que quiso provocar con el lema América Primero y el discurso discriminatorio del presidente Donald Trump.

Boxeador que vistió pan- taloncillos con frase América Primero, terminó segundo en combate con mexicano, tituló Washington Post; Neewsweek destacó que el portador del lema fue abatido en seis episodios y el francés L´Humanité lo nombró hombre del día.

En una semana me ha cambiado la vida, dice Vargas ya de regreso a México, y agrega: Algunos me han visto como un héroe por pegarle a un racista que se burlaba de los mexicanos.

Nueva oportunidad

Bandido es célebre por sus combates sangrientos, además de que fue campeón del mundo superpluma por del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), pero la respuesta desbordada de la gente en medios de comunicación, redes sociales y en la calle lo tienen desconcertado.

“Este boom me ha beneficiado bastante, mucha gente ajena al boxeo me conoció a partir de este episodio”, cuenta Vargas; “hasta me han propuesto cambiar mi apodo al Rompemuros, pero yo soy el Bandido. Ahora espero aprovechar esa ola de popularidad para presionar por una nueva oportunidad para un campeonato mundial”.

Hace un año perdió el título ante Miguel Berchelt. Desde entonces espera la oportunidad de una revancha, Bandido no quiere desaprovechar el empujón mediático que ha recibido con esta pelea ante Salka.

En las funciones se vende boxeo y popularidad, advier- te Francisco Vargas, mientras considera que “ahora se puede aprovechar este boom y hacer una pelea atractiva que nos beneficiaría a los dos. Espero todo esto también sirva de algo en mi carrera boxística”.