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Elecciones 2018

El candidato del PRI insiste en debatir con sus contrincantes; no le saquen, dice

Congelar el precio de la gasolina, mala idea que va contra el gasto social: Meade
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José Antonio Meade asistió con su esposa Juana Cuevas a reunión con integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Salí con muchas bendiciones, declaróFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 14 de abril de 2018, p. 6

José Antonio Meade, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que es mala idea fijar el precio de la gasolina, como propone su contrincante Andrés Manuel López Obrador. El ex secretario de Hacienda está convencido de que los costos de los energéticos deben fluir según lo dicten las leyes del mercado y, además, la norma actual impide al gobernante en turno determinar ese factor.

–¿Con usted (en la Presidencia de la República) seguirían los gasolinazos? –se le preguntó.

–No, (el costo) seguiría moviéndose conforme al precio internacional, para arriba o para abajo, según ahí suceda.

De esa forma refrendó su apoyo a la política energética actual y criticó al candidato de Morena, quien ha prometido congelar tres años los precios de los energéticos. Una medida así, dijo el doctor en Economía, va en detrimento del gasto social.

Y para abordar el anterior tema, entre otros, Meade insistió en debatir con sus contendientes.

Todos los días encuentra la vía para decirle a López Obrador y al panista Ricardo Anaya que no le saquen; ayer opinó que el tabasqueño tiene miedo a contrastar ideas frente a sus adversarios, y recalcó que la contienda no es un juego de vencidas, sino una comparación de trayectoria y honestidad.

Falta poco más de una semana para el primero de los tres debates organizados por el Instituto Nacional Electoral, pero desde ahora Meade vela armas para enfocarse en el puntero, aunque sin olvidar a Anaya, de quien – afirma– no sólo presenta refritos y plagios de propuestas, sino que pone en riesgo la integridad del proceso electoral no con la difusión de videos (por parte de la Procuraduría General de la República), sino con fallas en su conducta.

–¿Ya se está preparando para el debate? –se le preguntó.

–Todavía no. Estamos buscando a un experto, muy talentoso, en plantas industriales y en política económica bolivariana –respondió con ironía particularmente en alusión a esa parte de su campaña enfocada en decir que López Obrador da miedo y pesadillas, por lo que hay que frenarlo, como arengó el jueves ante integrantes de Antorcha Campesina.

Esa expresión, dijo, sólo fue una manera de buscar apoyos fraternos. Sostuvo entonces que su campaña se sustenta en el contraste de perfiles y no en la guerra sucia.

La estrategia de Meade, según sus declaraciones, tiene una lógica: lo que diga López Obrador le puede rebotar de manera favorable.

–Dice López Obrador que lo atacan porque le temen…

–Tiene temeroso a cualquiera que lo escuche (…) cualquiera que escuche a un candidato hablar de darle amnistía a criminales, poner en riesgo las finanzas públicas, cancelar la reforma educativa, frenar las inversiones productivas, es algo que tiene temeroso a cualquiera. Estoy seguro de que mientras más gente lo escuche y más gente contraste, serán más los que abandonen esa causa que llevaría al país a asumir enormes riesgos, y serán más los que vean con simpatía una alternativa sensata que dé al país certeza y rumbo. Por eso vamos a ganar.

Con católicos y evangélicos

Meade, quien hasta antes de su postulación iba a misa todos los domingos, se reunió por la mañana con obispos.

A la máxima tribuna de la Conferencia del Episcopado Mexicano llevó a su esposa Juana y, sentado a su lado, presentó un extracto de su propuesta social. Salí con muchas bendiciones, expresó.

Por la tarde, conversó, igualmente en privado, pero en su casa de campaña, con líderes de iglesias evangélicas.

Del tema religioso comentó también una propuesta del candidato de Morena y aseguró que el Papa no necesita invitación, porque siempre es bienvenido en México.