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El sueño que no termina

Sus discursos y escritos hechos poco antes de morir pusieron a temblar a las cúpulas

Mi gobierno, el más grande proveedor de violencia, palabras que prendieron focos rojos
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Durante la sesión del Congreso en Massachusetts, el 2 de abril de 1965, Martin Luther King Jr. recibió aplausos por su discursoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de abril de 2018, p. 3

En su último año de vida, antes de morir hace 50 años, Martin Luther King Jr. ofreció una serie de discursos, charlas y escritos definiendo una visión radical que hizo temblar a las cúpulas, provocó críticas de algunos de sus aliados en el movimiento que había encabezado que se oponían a mezclar el tema de derechos civiles con los del sistema económico y el militarismo estadunidense, sobre todo sus aventuras bélicas en lugares como Vietnam. Estos son algunos extractos y selecciones de esas palabras peligrosas:

–“Estoy convencido de que si vamos a colocarnos del lado correcto de la revolución mundial, nosotros como nación tenemos que realizar una revolución radical de valores. Tenemos que empezar rápidamente el giro de una sociedad orientada sobre las cosas a una sociedad orientada hacia las personas. Cuando las máquinas y computadoras, el motivo de ganancias y derechos de propiedad, son considerados más importantes que la gente, los trillizos gigantescos del racismo, el materialismo extremo y el militarismo son incapaces de ser conquistados…”

Sabía que nunca más podría elevar mi voz contra la violencia de los oprimidos en los ghettos sin antes haber hablado claramente sobre el más grande proveedor de la violencia en el mundo actual: mi propio gobierno.

–“Una verdadera revolución de valores pronto verá con inquietud el contraste deslumbrador de la pobreza y la riqueza. Con justa indignación, verá al otro lado de los mares para observar a capitalistas individuos del Occidente invertir enormes montos de dinero en Asia, África y Sudamérica, sólo para llevarse las ganancias sin ninguna preocupación por el mejoramiento social de los países, y dirá ‘esto no es justo’. Verá a nuestra alianza con los terratenientes de América Latina y dirá ‘esto no es justo’. La arrogancia occidental de sentir que tienen todo que enseñarle a los demás y nada que aprender de ellos simplemente no es justo (…) nuestra única esperanza hoy día reside en nuestra habilidad de recuperar el espíritu revolucionario y salir en un mundo a veces hostil declarando nuestra hostilidad eterna a la pobreza, al racismo y al militarismo.”

–“Algunos de nosotros que ya hemos empezado a romper el silencio de la noche hemos encontrado que el llamado a hablar es frecuentemente una vocación de agonía, pero tenemos que hablar (...) Estamos llamados a hablar por los débiles, por los sin voz, por las víctimas de nuestra nación, por aquellos que llama ‘enemigo’, ya que ningún documento de manos humanas pueden convertir a estos humanos a nada menos que nuestros hermanos. Pienso en ellos, también, porque me queda claro que no habrá ninguna solución significativa hasta que haya algún intento de conocerlos y escuchar sus gritos rotos.”

Ya no podemos gastar más en adorar el dios del odio o hincarnos ante el altar de la represalia. Los océanos de la historia se hacen turbulentos con las mareas cada vez más altas del odio.

–“Aún tenemos una opción hoy: la coexistencia no violenta y la coligación conjunta. Tenemos que pasar más allá de la indecisión a la acción. Si no actuamos, seguramente seremos arrastrados por los largos, oscuros y vergonzantes pasillos del tiempo reservados para aquellos que tienen poder sin compasión, poderío sin moralidad y fortaleza sin visión…”

Una nación que continúa año tras año gastando más dinero en la defensa militar que en programas de mejoramiento social está aproximándose a la muerte espiritual.

Discurso Más allá de Vietnam. Iglesia Riverside, 4 de abril 1967 (exactamente un año antes de su asesinato). El texto completo.

–“Ahora, cuando digo cuestionar la sociedad completa, implica finalmente haber llegado a ver que el problema del racismo, el problema de la explotación económica y el problema de la guerra están todos enlazados. Estos son el triple mal interrelacionado (…) Una nación que mantuvo a gente en esclavitud por 244 años, los volverá en cosas. Por tanto, los explotarán junto a la gente pobre en general. Y una nación que económicamente explota tendrá que tener inversiones extranjeras y todo lo demás, tendrá que usar su poderío militar para protegerlas. Todos estos problemas están vinculados.”

16 agosto 1967, en el Southern Christian Leadership Conference, en Atlanta.

– “Estamos ante el mundo saturados por nuestra barbaridad. Estamos en una guerra que busca regresar el reloj de la historia y perpetuar el colonialismo blanco, La ironía y tragedia más grande de todo esto es que nuestra nación que inició tanto del espíritu revolucionario del mundo moderno es ahora presentada en el molde de ser ultra anti-revolucionaria (…) Esto nos ha hecho frecuentemente arrogantes (…) de manera arrogante sentimos que tenemos todo que enseñarle a otras naciones y nada que aprender de ellas (…) Frecuentemente sentimos de manera arrogante que tenemos una misión divina, mesiánica para ser policía de todo el mundo (…) Somos arrogantes al pretender estar preocupados de la libertad en otras naciones sin primero poner nuestra propia casa en orden (…) No podemos permanecer en silencio mientras nuestra nación impulsa una de las guerras más crueles e insensatas de la historia. Estados Unidos debe seguir teniendo disidentes creativos, los necesitamos porque los truenos de sus voces sin miedo serán el anuncio del sonido más fuerte que las bombas y el clamor de la histeria de guerra.”

25 febrero 1967, Los Ángeles.

– “Cualquiera que siente, y aún hay muchos que lo ven así, que las guerras pueden solucionar los problemas sociales enfrentando a la humanidad está durmiendo durante una gran revolución (…) Ya no hay una opción, mis amigos, entre la violencia y la no violencia. Es o no violencia o no existencia.”

Con nuestro genio científico y tecnológico, hemos hecho de este mundo una vecindad, pero aún no hemos tenido el compromiso ético de hacerlo una hermandad. Pero de alguna forma, y de alguna manera, tenemos que lograr esto. Tenemos que aprender a vivir juntos como hermanos o todos pereceremos como tontos. Estamos atados juntos en una sola confección del destino, atrapados en una red inescapable de mutualidad. Y cualquier cosa que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente.

Catedral Nacional, Washington, 31 marzo, 1968 (cinco días antes de su asesinato).

Dios no llamó a que América haga lo que está haciendo en el mundo ahora. Dios no llamó a América a llevar a cabo una guerra insensata e injusta en Vietnam. Somos criminales en esa guerra. Hemos cometido más crímenes de guerra que cualquier otra nación en el mundo, y lo voy a seguir diciendo.

4 febrero1968, Ebenezer Baptist Church, Atlanta.

– “Tenemos que mantenernos unidos (…) Saben, cuando el faraón deseaba prolongar el periodo de esclavitud en Egipto, tenía una fórmula favorita para lograrlo: mantenía a los esclavos luchando entre ellos. Pero cuando los esclavos se juntan, algo ocurre en la corte del faraón, y no puede mantener a los esclavos en la esclavitud (…) es el inicio para salirse de la esclavitud”.

Memphis, 3 de abril 1968 (su último discurso).

– “Si no has encontrado jamás algo tan querido y tan valioso para ti que morirías por él, entonces no estás listo para vivir (…) Moriste cuando rehusaste ponerte de pie por lo correcto. Moriste cuando rehusaste ponerte de pie por la verdad. Moriste cuando rehusaste ponerte de pie por la justicia.”

Noviembre 1967, Iglesia Ebanezer, Atlanta.

–“Cada uno de ustedes esta mañana de alguna manera está construyendo algún tipo de templo. La lucha siempre está presente. A veces uno se desanima. A veces hay mucho desencanto. Algunos de nosotros estamos intentando construir un templo de paz. Nos pronunciamos contra la guerra, protestamos, pero parece que la cabeza de uno se estrella contra un muro de concreto. Parece significar nada. Y muy frecuentemente al salir a construir ese templo de paz uno se siente solo, uno acaba desalentado, uno queda en la incertidumbre. Bueno, ese es el cuento de la vida. Y lo que me contenta es que escucho una voz gritando a través de la vista del tiempo, diciendo: ‘podrá no realizarse hoy, y podrá no realizarse mañana, pero es bueno que esté dentro de tu corazón’. Está bien que lo estés intentando. Tal vez no lo verás. El sueño podrá no ser cumplido, pero es sólo bueno que tengas el deseo de hacerlo realidad. Es bueno que eso está en tu corazón.”

Marzo de 1968, Atlanta.