Washington.

Un abogado holandés que mintió a agentes federales que investigan a Paul Manafort, ex director de la campaña presidencial de Donald Trump, fue sentenciado este martes a 30 días de prisión en el primer castigo de la investigación del fiscal especial sobre Rusia.

A Alex Van der Zwaan también se le ordenó pagar una multa de 20 mil dólares. Esta sentencia podría servir de modelo para otros casos relacionados con la investigación del fiscal especial Robert Mueller, como el de un ex asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca y un asistente de política extranjera de la campaña de Trump.

Van der Zwaan enfrentaba de cero a seis meses de cárcel, según la guía federal de sentencias, y sus abogados habían procurado que pagara una multa y se fuera del país. Pero la juez federal de distrito, Amy Berman Jackson, citando la necesidad de evitar que otras personas también mientan en una investigación de importancia internacional, dijo que era necesario enviarlo a prisión.

El caso penal contra Van der Zwaan no está directamente relacionado con la interferencia rusa en las elecciones, el foco principal de la pesquisa de Mueller, pero ha revelado nuevos detalles sobre el caso del gobierno contra Manafort, así como conexiones hasta ahora desconocidas entre altos asistentes de la campaña de Trump, como Rick Gates, y Rusia. Las acusaciones también han ofrecido un vistazo de cómo se entrelazan los mundos del derecho internacional, la asesoría extranjera y la política.

Van der Zwaan admitió en febrero haber mentido a los agentes federales sobre la comunicación que tuvo con Gates y una persona que desde entonces la fiscalía ha revelado que tiene vínculos con espías rusos. Aunque la procuraduría no tomó una postura sobre si él debería ser encarcelado o no, recalcó que mintió varias veces a los investigadores.

Los abogados de Van der Zwaan argumentaron que su cliente ya había padecido bastante. Dijeron que su vida fue destruida por su decisión terrible de mentir a las autoridades federales. Los abogados también trataron de que la juez permitiera que su cliente regresara lo más pronto posible a Londres, donde vive con su esposa, quien está embarazada de su primer hijo.