Opinión
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Dinero

Slim cumple 78 años

Sanbornomics y el salario constitucional

Pronostican dólar a 25 pesos

Astillero

Peña Nieto contra las redes lapidarias

Son irritantes, duras

Meade, otro que se cansa

AMLO: perdones y pipas

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
México SA

Trump: todo o nada

Como él dice, o cero

Peña Nieto, irritado

Economía moral

Nuevo libro de Meghnad Desai, critica la teoría económica y a los economistas/ IV

El ocaso del keynesianismo. Desai busca nuevas respuestas a las crisis

Carlos Fernández-Vega
Julio Boltvinik
Penultimátum

Una Iglesia enferma

Ruta Sonora

Lo rifado de 2017 (avant-garde, 2ª parte)

Patricia Peñaloza
Fin del mundo: más que retórica
E

l Boletín de Científicos Atómicos adelantó ayer su llamado reloj del Juicio Final en 30 segundos para ubicarlo a sólo dos minutos de la medianoche, hora que en su medición marca el fin del mundo. El boletín es una organización fundada tras el nacimiento de la era nuclear en 1945, cuando Estados Unidos lanzó sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y tiene como misión vigilar los riesgos que enfrenta la humanidad debido a este tipo de armamento. Es precisamente el crecimiento de los arsenales nucleares, así como la desastrosa gestión que el presidente Donald Trump ha hecho del conflicto con Corea del Norte lo que empujó las manecillas hasta un nivel de peligro que no se había registrado desde 1953, en el punto más álgido de la guerra fría.

El Correo Ilustrado

En memoria del Diablo Montoya

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omo aficionado al beisbol de toda la vida tengo recuerdos imborrables. En la década de los 60, en la época dorada de la Liga Mexicana de Béisbol, asistía con mis amigos de escuela a los juegos que se celebraban en el mítico Parque del Seguro Social. Con la credencial de estudiante del IPN nos dejaban entrar de manera gratuita en la parte alta del gran estadio.

Tres despachos sobre Zygmunt Bauman (Redux)
L

as imágenes. Curioso como el autor de la Modernidad líquida (1999) resulta para la sociología en Gran Bretaña –donde reside y trabaja desde 1972– un fenómeno completamente nuevo. No sólo por el tipo de su análisis, sino por ser un sociólogo que sabe escribir –a pesar de que el inglés no es su primera lengua– e incluso contar historias (T. Blackshaw, Z. Bauman, Routledge 2005). En vez de un particular método sociológico inventa su propia manera de observar la realidad y su propio idioma para contarla. En vez de estudiar casos concretos opta por usar tipos ideales y emplear su propia poética y metáforas como la de la liquidez. Acuñada en los años 90 sirve para describir el mundo moderno en un constante movimiento donde nos encontramos sin puntos de referencia, condenados a buscar soluciones individuales a problemas colectivos. Como me dice una vez Saskia Sassen, una reconocida socióloga holandesa, “las categorías sirven para ‘detener a un proceso y estudiarlo’ y Bauman con su ‘liquidez’ nos ayuda ingeniosamente a entender nuestra condición”. Aunque algunos le reprochan que sus conceptos no provienen del análisis empírico o “no aguantan el test de la realidad”, la liquidez no es nada empírico. Es un modo de ver (P. Beilharz dixit). La mejor prueba de la fuerza de los conceptos baumanianos la ofrece el mismo John Berger (goo.gl/s3RShD) usándolos para intensificar sus propias imágenes del mundo. Busco palabras para describir el periodo de historia en que vivimos [...] No busco una definición compleja [...] algunos pensadores, como Z. Bauman, ya han asumido esta esencial tarea, anota Berger y pide prestado de su análisis sobre lo extraterritorial de las fuerzas modernas de mercado (goo.gl/mE8OY). Cuando una vez indago a Berger (1926-2017) sobre Bauman (1925-2017) –ambos fallecen el año pasado el mismo mes de enero con una semana de diferencia...– me dice que el sociólogo polaco poetizando y alumbrando los escondidos mecanismos sociales le enseñó mucho sobre el mundo que nos rodea. Seguramente al crítico del arte inglés le habría encantado el término que sirve para hablar del trabajo de Simmel y aplica también al de Bauman: el impresionismo sociológico.

Un mensaje para tres
P

ara la nación es indispensable que, en los debates electorales, en las propuestas de gobierno y mañana mismo, se reconozca a la prevención del delito como llave de oro de la seguridad pública. Difundir una cultura de prevención ha estado olvidado, aplicar la violencia oficial a la violencia criminal ya se demostró que es costoso en vidas e inútil. Hoy es posible el renfoque que estará a cargo de uno de tres. Los tres se han referido a la violencia de manera insuficiente, la refieren sólo entre otros temas, como si les diera vergüenza, lo hacen con ideas gastadas, sin fuerza ni horizonte. Ojalá esa limitación sea premeditada y sólo parte de un proyecto satisfactorio.

Maciek Wisniewski*
Jorge Carrillo Olea
Michoacán, en llamas
E

l fin de semana anterior, el gobernador de Michoacán conjuró contra los maestros que: si bloqueaban las vías del tren, habría consecuencias y si no fuesen suficientes las cárceles de la entidad, los enviaría a los penales federales. La amenaza no se hizo esperar, el lunes 22 de enero desató el infierno en el cruce del tren conocido como Tres Puentes en la capital michoacana, donde los mentores se habían colocado a los lados de las vías y no sobre ellas, ahí el operativo de policías antimotines detuvo a una treintena, la mitad de ellos entre 50 y 60 años de edad; es decir, los que no pudieron escapar a la persecución desmedida de los policías.

¿Paz en Nuestra América?
H

a sido una decisión de los pueblos romper las estructuras de explotación y dominación capitalista e imperialista. Este objetivo histórico, de lograrse en Nuestra América, sería una victoria estratégica de los pueblos que resisten sin capitular. Cuba, contra viento y marea, y a pesar del bloqueo del gobierno estadunidense, hace 59 años emprendió ese camino de soberanía, socialismo y definitiva independencia.

Lev M. Velázquez Barriga*
Gilberto López y Rivas
La sombra es muerte
A

l mirar la desolación, la destrucción y la muerte sembradas en nuestro territorio –ayer en Tamaulipas, Guanajuato (León, Celaya, etcétera), Zacatecas, Tlaxcala…–, no hacemos sino constatar que la irracionalidad se sigue enseñoreando en el país. Las desgarradoras imágenes de hombres ejecutados enterrados en fosas, secuestrados, grupos contra grupos de los cárteles no hacen esperanza, y dichas imágenes nos consternan al ver que la muerte se nos torna algo cotidiano.

José Cueli