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Pobladores denuncian anomalías en aprobación; es zona de desove de tortugas, afirman

Construyen condominios sobre las dunas de Bahía de Banderas

El proyecto fue autorizado antes que la manifestación de impacto ambiental

El área se inunda, advierten

No se pidió a empresarios instalar planta de tratamiento de aguas negras: ecologista

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Trabajadores de la constructora Pacific Lifestyle edifican condominios en la playa del poblado de San Francisco, municipio de Bahía de Banderas, Nayarit. Vecinos y activistas advirtieron que la obra es ilegal y que afectará a las tortugas negra, golfina y de las Galápagos, que de noviembre a febrero llegan a desovarFoto Javier Santos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 7 de diciembre de 2017, p. 29

Bahía de Banderas, Nay.

Habitantes de San Francisco, poblado de extensas playas semivírgenes de arena blanca y residencia de numerosos extranjeros, se oponen al proyecto de la constructora Pacific Lifestyle, del empresario mexicano Carlos Lemus, quien, asociado con el inversionista canadiense Francis Bast, inició el primero de diciembre la edificación de condominios con estacionamientos sobre dunas y áreas de desove de tortugas.

Los lugareños contrataron abogados y denunciaron irregularidades en el proyecto, entre ellas el hecho de que primero se aprobó la obra y después la manifestación de impacto ambiental (MIA).

Erik Saracho, uno de los dirigentes del movimiento, ha recibido apoyo económico de oriundos y extranjeros para emprender esta lucha jurídica.

Relató que en abril los cerca de 3 mil habitantes de San Pancho iniciaron la resistencia al enterarse de que las compañías pretendían construir dos edificios de seis pisos e igual número de dos niveles.

Las edificaciones están a ras de playa. Si lo permitimos, sería el primer edificio de esta magnitud en un lugar donde cada cuatro o cinco años se inunda, sube el nivel del mar y desovan tortugas, detalló.

Contó que en algunas pláticas sobre el proyecto los inversionistas escucharon a los lugareños, pero cuando se les preguntó dónde se ubicarían los estacionamientos, callaron. Nos dieron atole con el dedo, porque nos dijeron que atenderían el problema y siguieron con los trámites de la MIA, agregó.

Ahora están aventando toneladas de acero y cemento sobre las dunas, donde siempre ha sido playa, dijo indignado Saracho, al señalar un sitio de donde se extrae arena.

Destacó que si bien hubo consulta pública, que se aprobó de manera condicionada, hay varias inconsistencias, entre ellas, primero obtuvieron el permiso de construcción en la pasada administración municipal, a cargo del priísta José Gómez, acusado de corrupción, y no tenían aprobada la MIA. Esto es irregular, porque primero se autoriza la manifestación y posteriormente se otorga el permiso de construcción.

Luego de que los vecinos protestaron, personal de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Nayarit realizó dos inspecciones.

El representante de la empresa Pacific Lifestyle exhibió el oficio 138.01.0001/3126 de impacto ambiental, emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La Profepa verificó que las excavaciones en el polígono de propiedad privada fueron previamente evaluadas en la autorización y se encuentran fuera de la zona de anidación de tortugas.

Sin embargo, la malla ciclónica en torno al proyecto está colocada fuera del polígono autorizado, invade parte de la zona federal marítima-terrestre (Zofemat) e impide el libre tránsito en la propiedad federal.

Resaltó que, de acuerdo con el resolutivo, la malla no cumple con el objetivo especificado; además, la empresa no presentó el título de concesión para ocupar de manera legal la Zofemat y terrenos ganados al mar.

El poblado ha sido atractivo para extranjeros y políticos mexicanos desde la década de 1970, cuando el entonces presidente Luis Echeverría construyó una residencia que hace algunos años fue vendida.

Desde ese inmueble se observan los sitios donde desovan las tortugas negra golfina y de las Galápagos de noviembre a febrero.

La ambientalista Elvia García aseguró que el primero de diciembre, cuando se iniciaron los trabajos de construcción en la playa, desovaron tres tortugas que quedaron al pie del lienzo colocado por las inmobiliarias.

Se dijo indignada no sólo por las obras en la zona de desove de tortuga, sino porque el ayuntamiento de Bahía de Banderas otorgó el permiso cuando ni siquiera cuentan con una planta de tratamiento de aguas negras eficiente.

García indicó que en la zona hay un pequeño campamento tortuguero que en 25 años ha colectado más de 25 mil huevos con el apoyo de Frank Smith, jubilado del Servicio Forestal de Estados Unidos.