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El accidentado discurso de Theresa May
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La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, prometió ayer restaurar el sueño británico, en un discurso afectado por una tos persistente, un comediante y el desplome de partes del escenario. Al clausurar la convención del Partido Conservador, en Manchester, Simon Brodkin (en la imagen) la interrumpió para entregarle un formulario de despido. May necesitaba un buen discurso, pero no todo salió bien. Cuando se acercaba al final, dos letras se cayeron del lema colgado en una pared que decía: Construyendo un país que funciona para todosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de octubre de 2017, p. 29

Manchester

La primera ministra británica, Theresa May, prometió este miércoles restaurar el sueño británico en un accidentado discurso afectado por una tos persistente, un comediante y el desplome de partes del escenario.

Al clausurar la convención del Partido Conservador en Manchester, May prometió ayuda económica a las familias atribuladas para quienes el sueño británico que ha inspirado a generaciones se siente cada vez más inalcanzable.

Pero su mensaje, con el que pretendía fortalecer su tenue control del poder, se vio caóticamente interrumpido por un comediante que le entregó un formulario de despido. El partido dijo que estaba revisando la seguridad tras el incidente.

Fue un final caótico para una convención llena de problemas. Los conservadores sufrieron un revés en las elecciones de junio, cuando el gobierno de May quedó reducido a una administración minoritaria. El mal resultado dejó a la premier debilitada y con apuros para unificar un gobierno dividido por el Brexit y otros asuntos.

May necesitaba un buen discurso para ayudarle a contener a sus rivales por el puesto, incluido el ambicioso canciller Boris Johnson.

Pero las cosas no salieron de acuerdo con lo planeado. La funcionaria batalló con una tos y una voz ronca que le obligaron a efectuar reiteradas pausas.

A la mitad del discurso, el comediante Simon Brodkin le entregó el formulario P45, el cual se les da en Gran Bretaña a quienes son despedidos. Mientras elementos de seguridad lo sacaban de la sala, Brodkin dijo: Boris me pidió que lo hiciera.

La policía dijo que Brodkin, que fue detenido brevemente para prevenir la alteración del orden, tenía una acreditación legítima para la conferencia.

Cuando May se acercaba al final de su discurso televisado, dos letras se cayeron del lema en la pared detrás de ella: Construyendo un país que funciona para todos.

Al concluir, May fue abrazada en el escenario por su esposo Philip mientras se escuchaba la melodía Are You Gonna Go My Way? de Lenny Kravitz en el auditorio.

Posteriormente la primera ministra trató de minimizar sus dificultades con la voz, al tuitear una imagen de su discurso rodeada de medicina y pastillas para la tos, acompañada de la palabra tos.

Pero el discurso no alejó las dudas acerca de su futuro. Su dificultad para hablar podría interpretarse como un símbolo de su vulnerabilidad, o de su firme determinación para seguir adelante.

El caos eclipsó un discurso en el que May se dirigió a los votantes de clase media y baja. Prometió implementar un límite para los costos de la electricidad y hacer que el gobierno vuelva a construir viviendas públicas, un papel que en gran medida ha abandonado desde la década 1980, con el fin de ayudar a arreglar nuestro averiado mercado de viviendas.

May dijo que la pasión por la justicia social arde en mi interior, e hizo énfasis en su trabajo contra el racismo, la esclavitud moderna y el abuso sexual infantil.