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19/S: El dolor y la esperanza

La orden de Protección Civil fue desalojar, cuentas en albergues

¿Ahora dónde voy a vivir?, pregunta angustiante de quienes perdieron todo
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de septiembre de 2017, p. 14

El alivio de haber salvado la vida o de no haber perdido a ningún ser querido es lo más importante para las personas que vivieron el temblor del pasado martes, pero después del shock inicial, quienes sufrieron daños en sus casas comienzan a hacerse una pregunta llena de angustia: ¿ahora dónde voy a vivir?

Doña Elia González se la plantea mientras descansa recargada en unas colchonetas, en el albergue de damnificados que se instaló en la delegación Benito Juárez. Vestida con suéter guinda y pants azul marino, pone en orden sus recuerdos, en medio de accesos de tos.

Al momento de contar lo ocurrido, incluso duda en decir si vive o vivía en una torre de departamentos de la calle de Tokio 517, en la colonia Portales, que al parecer sufrió daños considerables y a la cual se le podrían venir encima otros dos edificios que quedaron aún más afectados.

Luego de evacuar a los vecinos, “las autoridades dijeron: ‘nadie entra a ningún departamento y listo’. Pusieron una patrulla, una cinta amarilla y amarraron la reja” para evitar que alguien trate de regresar a sacar sus pertenencias.

He escuchado de gente que vive en albergues desde el temblor del 85. Lo que me pregunto ahora es qué vamos a hacer, porque no tenemos para rentar un hotel. Para construir ya ni me digas, porque vivo con mi hijo y mi nuera, pero apenas sacan para vivir al día, cuenta.

Ante la incertidumbre de qué ocurre en estos casos, doña Elia dice que “ojalá las autoridades nos dijeran: ‘¿saben qué?, les vamos a pagar la renta de un departamentito, no importa el tamaño, pero que nos lo pagaran. Yo sé que es estar pidiendo limosna, pero, ¿qué nos queda? Sería fabuloso que nos hicieran ese favor”.

A unas cuadras de ahí, Míriam Chávez, quien se dedica al comercio, monta guardia por segundo día consecutivo en la esquina de Prolongación Xochicalco y Emiliano Zapata, donde se encuentra el edificio en el que ella y su familia viven, pero cuyo destino final hoy es una incógnita.

Por tercer día consecutivo, ha dormido en la calle, vigilando un colchón y algunas bolsas de plástico con las escasas pertenencias que alcanzó a rescatar antes de ser evacuada. Se salió con la ropa que tenía puesta y no sabe cuándo va a mejorar la situación.

Colapsaron las escaleras del primero al tercer piso; el edificio no tarda en desplomarse. Varios departamentos están muy cuarteados; ya se ve el departamento de abajo y se fue completamente la luz del sexto piso para abajo. Desde que tembló nos salimos, porque hay muchos niños, y ya sería buscarnos nosotros mismos la muerte, cuenta.

No en cualquier lugar puedes pagar 5 mil pesos de renta

Al igual que doña Elia y miles de capitalinos, Míriam se encuentra en la incertidumbre total respecto a lo que va a pasar con su casa. Vinieron de Protección Civil a desalojarnos porque ya no era habitable, y que el gobierno no puede ayudarnos. Aquí hay como 150 familias, y no en cualquier lugar puedes pagar 5 mil pesos de renta y que te reciban con hijos.

Si el inmueble donde vivía resulta ser inhabitable, Míriam y su familia se quedan temporalmente sin opciones. No hemos pensado en nada; todo ha sido muy rápido. Queremos que (el gobierno) nos ayude con algo como lo del Invi (Instituto de Vivienda de Ciudad de México). No pedimos que nos regalen nada, pero sí a lo mejor que nos pongan una renta pagable.