Aunque permanece como fenómeno oculto, en el país existen miles de personas que han tenido que huir de sus lugares de origen por la violencia del crimen organizado, pero también por la imposición de megaproyectos que ignoran los derechos de las comunidades a la consulta previa, afirmaron participantes en el Foro Internacional sobre Desplazamiento Forzado Interno.

El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló la extrema vulnerabilidad en que se encuentra la población que se ve forzada a salir de su hogar y subrayó que uno de los principales problemas para hacer frente a esa situación es la ausencia de una política pública de reconocimiento del mismo.

Explicó que las principales causas del desplazamiento forzado interno son la violencia de los grupos del crimen organizado, las catástrofes naturales, los llamados megaproyectos y los choques entre grupos de diferentes religiones. Entre otros conflictos, destacó los de los municipios de La Concordia, Sinaloa, donde 300 familias huyeron por las amenazas de narcotraficantes; de Chilapa, Guerrero, y Candelaria, Campeche, este último relacionado con miles de refugiados guatemaltecos que escaparon por conflictos por la tierra en su país.

González Pérez anunció que en breve la CNDH presentará ante el Congreso de la Unión y la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República un anteproyecto de ley general para atender a las víctimas del desplazamiento forzado interno y crear un registro nacional.

Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que aunque el fenómeno de desplazamiento no ha sido suficientemente visibilizado, el silencio no debe llevarnos a pensar que no existe, pues miles de personas han sido desplazadas en años recientes.