Opinión
Ver día anteriorLunes 12 de junio de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Desde el otro lado

Los infinitos caminos de la obstrucción a la justicia

A

l parecer todos aquellos que ya daban por muerto a Donald Trump tendrán que esperar y guardar sus justas ansias por ver caer a uno de los más controvertidos presidentes que ha tenido Estados Unidos en su historia. El laberinto que caracteriza al sistema legal estadunidense es ahora el obstáculo para definir si el presidente Trump efectivamente obstruyó la justicia. El mandatario pidió a James Comey, director de la FBI, su lealtad y suspender la investigación de los nexos de su asesor de seguridad, Michael Flynn, con los rusos. Además, detener las investigaciones sobre los nexos del equipo de campaña de Trump con el Kremlin, para influir en el resultado de las elecciones presidenciales. La negativa de Comey para acceder a tamañas solicitudes, aparentemente, fue lo que ocasionó su despido.

A raíz de la comparecencia del ahora ex director del FBI, frente a la comisión que investiga las relaciones de los colaboradores de Trump con el Kremlin, diversos especialistas en derecho constitucional y criminal han asegurado que la obstrucción de justicia efectivamente es un hecho que amerita la defenestración del presidente (impeachable offense). Fue la razón por la que Richard Nixon tuvo que renunciar y por lo que también Bill Clinton estuvo a punto de sufrir la misma consecuencia. La diferencia, en este caso, estriba en que el presidente tiene la facultad constitucional de despedir a cualquiera de sus colaboradores lo que, stricto sensu, no significa que obstruya la justicia. Además de la dificultad en probar una acusación como ésa, no está claro que el asunto caiga en el ámbito legal, sino más bien en el político. Por tanto, deberá dirimirse en otra instancia: el Congreso. La mayoría de los legisladores en la Cámara de Representantes y dos tercios de los legisladores en el Senado deberán aprobar la destitución del presidente, en el caso de probarse que cometió traición, coacción, mintió o incurrió en algún otro crimen como engaño.

Tomando en consideración que el Partido Republicano tiene mayoría en ambas cámaras es bastante improbable que los legisladores, que pertenecen al partido que llevó a Trump a la presidencia, se decidan a separarlo de su cargo. Será hasta el momento en que el electorado se harte de sus arrebatos, trapacerías, mentiras y ocurrencias, cuando sus compañeros de viaje se decidan a darle la espalda debido al costo político que para ellos pudiera tener en las próximas elecciones. Mientras tanto, su funeral tendrá que esperar. ¿Cuánto tiempo?, es difícil predecirlo.