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El compositor presentó el disco Música para un árbol: en torno de la obra de Sandra Pani

Entre las disciplinas del arte existen vasos comunicantes, afirma Mario Lavista
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de abril de 2017, p. 5

El acercamiento que Mario Lavista hace desde la música a otras expresiones artísticas nada tiene de científico, según aclaró el propio compositor a propósito de las obras de su autoría que han sido inspiradas o han tenido como punto de referencia alguna pintura.

Siempre he pensado que existe una especie de vasos comunicantes entre las disciplinas artísticas, por tanto, hay un puente que une a la pintura con la música, explicó el también docente

Mi acercamiento a esta unión no tiene nada de científico. Nunca me ha interesado decir que un azul corresponde a determinada vibración; simplemente pienso que hay ciertos cuadros que en sí mismos encierran una serie de sonidos o de ruidos y hay que agudizar el oído para escuchar lo que sucede dentro de esta pintura.

Tales precisiones de Lavista tuvieron lugar durante la presentación del disco compacto Música para un árbol: en torno de la obra de Sandra Pani, efectuada hace unos días en el Colegio Nacional, como parte del programa académico del 33 Festival del Centro Histórico de Ciudad de México.

Editado por el sello Tempus Clásico y el Colegio Nacional, este material sonoro reúne dos piezas de aquel compositor, Música para un árbol y Bocetos para una rama, escritas ex profeso para acompañar de manera respectiva a las series-exposiciones De Ser árbol y Desnudatio Perfecta, de Sandra Pani.

En el acto, el cual sirvió asimismo para rendir homenaje al compositor alemán Karlheinz Stockhausen con motivo de su décimo aniversario luctuoso, Mario Lavista, entre otros aspectos, recordó que la relación entre música y pintura es muy añeja, y aseguró que el pintor que más cuadros hizo con referencias a la música en México fue Rufino Tamayo.

En su turno, la pintora Sandra Pani asumió a la música como una de sus más grandes pasiones e incluso se confesó una pianista de clóset, aunque aclaró que debió dejar el estudio de ese instrumento a los 16 años y dedicarse por completo a la pintura.

Subrayó que las muestras mencionadas tienen para ella profundo significado, pues no sólo conjugan imagen y sonido, sino que sus pinturas se encuentran acompañadas por la música y, más aún, sirven como detonantes de reflexiones sonoras para diversos compositores.

Es como si a través de este proyecto se unieran las dos pasiones de mi vida y se materializaran en este disco, dijo, y mencionó que en su trabajo cotidiano siempre se acompaña de música clásica, por lo que le resulta muy natural que el espectador vea sus obras arropadas por esa espléndida música.

Creo que de esta manera se revela un poco el espacio íntimo de mi taller, donde la música es una herramienta indispensable para crear y conectarme. La música como puente, recolección, vehículo para tocar la esencia de lo que somos, añadió Pani.

De acuerdo con la musicóloga Luisa Vilar Payá, autora de las notas del disco, las obras creadas por Lavista a partir de ambas series-exposiciones subrayan la musicalidad implícita en ellas.

Asimismo, agregó, la representación de intersticios por los que la mente transita y la temporalidad que ello involucra. Al mismo tiempo, las dos obras musicales se realizan desde perspectivas opuestas, si bien complementarias.

“Lavista –indicó– no deja de acentuar la creatividad que Sandra provoca. Su obra nos lleva a pensar en nosotros mismos, a los artistas a pensar en sí mismos, obviamente, como creadores.”

Al término de la presentación del material fonográfico, el ensamble del Cepromusic, dirigido por José Luis Castillo, interpretó Bocetos para una rama, de Lavista, así como un par de piezas de Stockhausen: Kontra-punkte y Tierkreis, esto último a manera de conmemoración por los 10 años de su muerte.