Monterrey.

Tras los actos de violencia ocurridos entre el público en el duelo de Veracruz y Tigres el pasado viernes, el presidente del cuadro felino, Alejandro Rodríguez, aseguró que las barras no son las culpables de los incidentes, sino que estos se deben a la falta de protocolos de seguridad eficaces.

(Las barras) para nosotros son seguidores, siempre lo han sido, lo que buscamos es que toda la afición, incluyéndolos a ellos, vengan y apoyen al equipo. Saben las reglas de comportamiento que existen y aquí dentro del estadio las han respetado. Tratamos de hacer un ambiente de alegría, donde todos se comporten, expresó.

Consideró que el fondo de este tema tiene que ver con las leyes que deben existir para sancionar a las personas que las infrinjan en el estadio. Nosotros debemos cooperar con la Liga para tener inmuebles seguros.

En tanto, el jugador felino Damián Álvarez, visiblemente molesto, habló ayer en conferencia de prensa sobre los hechos ocurridos en el estadio Luis Pirata Fuente entre barristas de los escualos y de su equipo.

Injustificable

Para el naturalizado mexicano es injustificable que un grupo de seguidores jarochos haya reaccionado de manera violenta supuestamente por el festejo que realizó el francés André-Pierre Gignac tras anotar.

“Denme un motivo por el que una persona tiene el deseo de agredir a otra. ¿Que un jugador haya ido a festejar un gol? ¿Eso es motivo para que alguien vaya con un palo o un picahielo a tratar de golpear a una persona que está tratando de proteger a un niño contra la reja?

No hay motivo para agredir. Le preguntaría a las personas que hicieron eso ¿Te da placer? ¿Te hace sentir hombre? Es una mamada, dijo tajante el delantero.