La próxima maternidad tiene a Paola Espinosa colmada de felicidad y hará una pausa en su carrera deportiva con la firme convicción de que regresará a los clavados con más fuerza para ganar la presea olímpica en Tokio 2020, porque esta bendición que me da Dios será mi motivación.

Con un entallado vestido color vino en el que apenas se le nota el embarazo, la sudcaliforniana, de 30 años de edad, luce radiante en la entrevista que dio ayer a varios medios de comunicación, luego del anuncio que hizo con Iván García en las redes sociales de que serán padres, en agosto próximo.

Nos amamos mucho y esto no es algo que llegó de sorpresa. Estaba planeado. Ni las medallas olímpicas y mundiales (que ha ganado) tienen comparación con la experiencia que voy a tener. Será una pausa en mi carrera y voy a continuar, afirma Paola muy convencida de sus palabras, a la espera del primogénito que anhela llevar dentro de tres años a la justa japonesa para que aplauda a sus papás cuando ganen las medallas.

Toma como un reto las críticas que ha recibido por su decisión de ser madre y de que ya la ven en el retiro.

Muchas veces me han dicho que no puedo y me he levantado. Soy una mujer que tiene muchos sueños, que he dado mucho a mi deporte y a mi país para que se sientan orgullosos. Ahora me toca a mí y me siento muy apapachada, expresó.

Espinosa no pasa por alto los recientes acontecimientos en el país, sobre todo la violencia infantil, donde ha tenido una labor altruista para combatir el bullying mediante la fundación que lleva su nombre.

Toma aire y reflexiona: “Hay cosas feas y son focos rojos. Vemos violencia por todos lados y nadie hace nada para erradicarla. Siempre he dicho que el deporte es una herramienta eficaz para combatir lo negativo y hacer que las personas cambien.

Es un orgullo poner un granito de arena y dejar la semilla. Me duele lo que está pasando, lo que ocurrió (en Monterrey), ¿qué nos está pasando?