Si no hay acuerdo para pelear contra Saúl Canelo Álvarez, Gennady Golovkin no descarta subir a la categoría de supermedianos, según han declarado en su equipo.

La posibilidad de que naufrague ese pleito parece remota dado el negocio que representa, pero la elección de mudarse de categoría para el campeón mundial kazajo también es un camino alterno, considera el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán.

La industria está disponible para hacer la pelea más esperada del momento, plantea. “Cada época tiene su pelea más esperada y todo está listo para que se concrete. Si no se realiza pronto, nadie sabe lo que podría pasar, las carreras pueden tomar rumbos inesperados y entonces, tal vez, otra pelea con otros protagonistas podría ser la más esperada.

“Dilatar la pelea de Canelo-Golovkin podría significar desperdiciar una oportunidad. De no llegar a un acuerdo, los dos perderían. Ese pleito ofrece todo para que los dos ganen”, afirma.

Tanta espera puede repetir el caso de Pacquiao y Mayweather: un éxito económico, pero una decepción deportiva, estima.

Sulaimán considera que el dinero en el deporte masivo modifica las prioridades. De tal modo –expone– que la gloria deportiva, la ética de la competencia, se convierten en temas secundarios.

Además, es un error que las negociaciones se hagan en público, aclara sobre la oferta de 10 millones de dólares que presuntamente hizo Golden Boy Promotions a Golovkin, los que no aceptarían por las ganancias que produciría este combate.