La política económica del gobierno federal para el próximo año estará orientada a generar un superávit en las finanzas públicas, en una medida que busca reducir la deuda pública, cuyo crecimiento respecto del tamaño de la economía generó advertencias de firmas calificadoras internacionales de que puede afectar la percepción sobre la solidez de las finanzas públicas.

En los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), entregados ayer a la Cámara de Diputados, el gobierno federal propone que en 2017 las finanzas públicas generen un superávit primario (diferencia entre ingreso y gasto antes del pago de la deuda) de 73 mil 825.1 millones de pesos, equivalente a 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Esta medida, que tiene como propósito reducir el tamaño de la deuda respecto del PIB, redundará en que por primera vez se genere un superávit primario desde 2008. En 2016, esta cuenta arrojará un déficit de 114 mil 319.5 millones de pesos, que equivale a 0.6 por ciento del PIB, señala el documento.

En tanto, el déficit fiscal, incluido el pago del servicio de la deuda, será en 2017 equivalente a 2.9 por ciento del PIB, nivel inferior en una décima de punto al comprometido por el gobierno federal para ese año.

En 2017 la economía mexicana seguirá enfrentando un entorno financiero difícil y se prevé un incremento en las tasas de interés de Estados Unidos, lo que aquí repercute en los flujos de capital y en la participación de extranjeros como inversionistas en la deuda pública.

Internamente, el consumo de familias y empresas seguirá siendo el principal motor del crecimiento, indica el documento.

Para 2017, el gobierno prevé un crecimiento de entre 2 y 3 por ciento del PIB, similar al calculado para este año, que se fijó entre 2 y 2.6 por ciento.

Los ingresos petroleros serán generados por una plataforma de extracción de un millón 928 mil barriles diarios de crudo, cifra menor en 202 mil barriles que la de 2016. Del total producido, 775 mil barriles diarios serán exportados a un precio de 42 dólares por unidad, en promedio, que están asegurados por unas coberturas adquiridas por el gobierno federal en agosto pasado.

La plataforma de exportación de petróleo en 2017 será menor en 201 mil barriles diarios a la de 2016, de acuerdo con los CGPE.

Para efectos presupuestales, el tipo de cambio promedio para 2017, que tiene influencia en los ingresos por la exportación de petróleo y en los egresos por el pago de deuda, será de 18.2 pesos por dólar, 10 centavos menos que el de este año.

En cuanto a la tasa de interés de los Certificados de la Tesorería de la Federación a 28 días de plazo de vencimiento, indicador de referencia, el gobierno prevé un incremento a 4.5 por ciento a finales de este año y a 5.3 por ciento al cierre de 2017. Esta variación impacta directamente en el costo de la deuda pública interna.

La inflación de 2016, de acuerdo con el documento, será de 3.2 por ciento y el próximo año de 3 puntos, objetivo permanente del Banco de México.

Para el siguiente año se espera que continúe el fortalecimiento de la demanda interna, apoyada en la creación de empleos formales, la expansión del crédito, aumentos del salario superiores a la inflación y una mejoría paulatina de la confianza de consumidores y empresas. Por tanto, también se anticipa una expansión de los sectores de la construcción y los servicios, que están menos vinculados a la actividad exportadora.

Respecto de las exportaciones, que contribuyen con una tercera parte del crecimiento del PIB, el gobierno anticipa que el próximo año se dará una aceleración moderada de la economía de Estados Unidos, destino de 85 por ciento de las ventas al exterior. Esto se reflejará en mayor dinamismo de la producción de manufacturas y servicios más relacionados con el comercio exterior de México.