Política
Ver día anteriorMartes 12 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Admite que el estudiante fue torturado hasta la muerte por criminales y agentes de Iguala

Asegura la CNDH que fauna depredadora mutiló la cabeza de Julio César Mondragón
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de julio de 2016, p. 11

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aseguró que el desprendimiento de piel del cráneo y cara de Julio César Mondragón Fontes, así como de su ojo izquierdo, se debió a la intrusión de fauna depredadora post mortem, y no a una acción humana intencional.

La Procuraduría General de la República analizará las observaciones de la CNDH sobre el caso Ayotzinapa. En un breve comunicado, la dependencia que encabeza Arely Gómez dijo que acepta de manera receptiva estudiar el contenido del documento.

En sus conclusiones de varios peritajes médicos-forenses y criminalísticos practicados al cuerpo del estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, ejecutado y salvajemente golpeado y torturado en los hechos de Iguala del 26 y 27 de septiembre de 2014, el organismo nacional señala que su muerte fue a causa de un traumatismo craneoencefálico y no por disparo de arma de fuego, como lo sugería el perito del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

Concluye que el normalista fue víctima de tortura física, golpeado brutalmente, con saña y crueldad por la acción conjunta y complicidad de miembros de la delincuencia organizada y servidores públicos del municipio de Iguala.

En la presentación del reporte sobre los hechos y circunstancias en las que fue muerto el estudiante normalista, José Trinidad Larrieta, director de la Unidad Especial para el caso Iguala de la CNDH, señaló también que Julio César fue atrozmente agredido y sometido por más de un victimario, que recibió múltiples traumatismos en cráneo, cara, tórax y abdomen, antes de morir; 13 de los 14 huesos de su cara fueron fracturados. En total, al joven estudiante le fueron provocadas 64 fracturas en 40 huesos de estructura ósea, pese a que realizó acciones de forcejeo y defensa.

Larrieta Carrasco, quien acompañó sus afirmaciones con un video del camino de terracería y la abundante maleza existente en el sitio donde fue localizado el cuerpo sin vida del estudiante, sostuvo que la acción de la fauna depredadora fue facilitada por la previa destrucción de la piel de la cara, derivada de los múltiples traumatismos sufridos en esa región de la cabeza y la presencia de sangre.

De acuerdo con la versión de la CNDH, el cuerpo de Julio César, una de las seis personas asesinadas esos días en los hechos de Iguala, donde desaparecieron también 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, estuvo expuesto entre las 0:45 y 2:45 del 27 de septiembre de 2014, momento en que se estima ocurrió su muerte, y las 9:00 horas, cuando llegaron las primeras autoridades.

El funcionario citó que los peritos de la CNDH se reunieron previamente con los familiares del estudiante victimado y sus representantes. También con los peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y de la Procuraduría General de la República, con quienes apenas hubo diferencias mínimas.

El funcionario de la CNDH destacó la presunta participación en estos hechos del recién detenido Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo, quien también representaría una vía para conocer el destino del grupo de los estudiantes normalistas desaparecidos.

(Con información de Alfredo Méndez)