Guadalajara, Jal.

Una centena de madres amamantaron a sus hijos en el recinto principal de Plaza Galerías, en Zapopan, en respuesta a una convocatoria hecha por redes sociales para solidarizarse con Catalina Torres, quien fue echada por un guardia de seguridad en días recientes, cuando daba pecho a su hijo en ese centro comercial.

La iniciativa El mundo es mi sala de lactancia reunió a decenas de mujeres que, sin problema, alimentaron a sus bebés, ante el desconcierto de numerosos visitantes.

El 9 de mayo Catalina Torres salió con su bebé de seis meses. “Fue una de sus primeras salidas, para dar la vuelta. Llegamos a Galerías, comenzó a llorar y le dije a mi mamá: ‘Tiene hambre’”. Ambas se sentaron en las bancas cercanas a un negocio de comida rápida.

Refirió que estaba cubierta con una manta de tela especial para que el bebé pudiera respirar sin problemas. Sin embargo, minutos después un guardia se le acercó para decirle que ahí no podía dar de comer al niño. Ella respondió: ¿Quién te dijo que le estoy dando de comer?

El guardia exigió: A ver, enséñemelo. Ella se negó y el sujeto le dijo: No le puede dar de comer aquí. Le voy a pedir que se salga.

Catalina repuso que no hacía nada prohibido; no obstante, el vigilante la tomó del brazo y la sacó a la calle. Ella pidió auxilio, pero nadie la ayudó.

La protesta por ese acto de discriminación se realizó de manera simultánea poco antes del mediodía. La mayoría de las madres estaban sentadas en el suelo, algunas descubiertas y otras cubiertas con mantas.

Afirmaron que la lactancia es un acto natural que no debe ser ocultado, discriminado ni mucho menos reprimido.

El grupo anunció que vendrán más tetadas masivas para concientizar a la población, a los comerciantes y al gobierno sobre el derecho que tienen a dar de comer a sus hijos sin importar el lugar en que se encuentren.