Sociedad y Justicia
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ONU-Hábitat presenta informe sobre Construcción de ciudades más equitativas

Viven en asentamientos irregulares 111 millones de personas en AL y el Caribe
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de mayo de 2016, p. 35

En América Latina y el Caribe unos 111 millones de personas viven en asentamientos irregulares, lo que representa 23.5 por ciento de la población urbana de la región.

De acuerdo con cifras del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), en el caso de México, la proporción de la población que vive en condiciones precarias en las ciudades alcanza poco más de 10 por ciento.

El organismo multinacional señala que, pese a la reducción de la desigualdad en el ingreso de habitantes urbanos de la región desde los años 90 del siglo XX, al menos un tercio de las ciudades latinoamericanas reporta aumento de población que vive en condiciones precarias, mientras el 15 por ciento no tuvo variación alguna.

Problemas y carencias

En su informe Construcción de ciudades más equitativas; políticas públicas para la inclusión en América Latina, alerta que, pese a la aplicación de políticas públicas para combatir la pobreza, en la reducción de la desigualdad, la cual limita el acceso a diversos servicios, entre ellos el espacio urbano, no se han tenido los mismos resultados.

Además de abatir rezagos, crear seguridad, reducir carencias y aumentar capacidades, las urbes también deben ampliar oportunidades y distribuir los beneficios del desarrollo a fin de disminuir la brecha que separa a ricos y pobres, afirma el informe.

La población que habita en tugurios –asentamientos irregulares o barrios marginales–alerta ONU-Hábitat, enfrenta un menor acceso a sistemas de transporte y servicios domésticos de calidad.

Estas condiciones, destaca, conllevan mayores costos y tiempo para obtener fuentes de empleo y mayores obstáculos para acceder a servicios de agua de calidad.

A esto se suma que los asentamientos precarios también son invisibles a la seguridad de la tenencia de la tierra, pues se estima que entre 20 y 30 por ciento de los habitantes de América Latina y el Caribe viven sin documentos legales sobre la propiedad.

Agrega que las carencias y problemas sociales vinculados con los barrios marginales, como el hacinamiento, la falta de seguridad y la violencia, afectan principalmente a mujeres y jóvenes, pese a que se estima que para 2030, 80 por ciento de la población menor de 18 años en la región vivirá en las ciudades.

Otro de los factores asociados a la generación de tugurios, señala ONU-Hábitat, es la segregación espacial y la desigualdad.

En las ciudades latinoamericanas la segregación, afirma, no sólo radica en que ciertas minorías étnicas o nacionales se ubiquen en espacios diferentes, sino que esos espacios están estratificados en términos de servicios, seguridad y prestigio.

Advierte que este fenómeno se ha impulsado por un creciente desarrollo urbano que tiende a dividir y separar las ciudades. Destaca el caso de los condominios cerrados o urbanizaciones privadas, frente a los barrios de pobreza y la creación de zonas urbanizadas alejadas de la periferia de las urbes, pues suelen ser generadores de nuevas desigualdades.