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En el Museo Soumaya de Plaza Carso presentaron Artempatía, libro que documenta esa labor

Dignificar a la policía es el leitmotiv de una serie de talleres impartidos a niños

Como artista jamás pensé acercarme a ese ámbito y fueron los hijos de elementos federales fallecidos en el cumplimiento de su deber los que me cambiaron, dijo Emiliano Gironella Parra

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Pablo J. Rico, Alfonso Miranda, Alejandra Frausto, Renato Sales Heredia, Enrique Galindo y Emiliano Gironella la noche del lunes, durante la presentación del libro Artempatía, coeditado por el Conaculta y la fundación Manos Manchadas de PinturaFoto Jorge Vargas/ Secretaría de Cultura
 
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de abril de 2016, p. 5

La dignificación de nuestra policía es el leitmotiv de los talleres que la fundación Manos Manchadas de Pintura (MMP), presidida por el artista Emiliano Gironella Parra, imparte a niños huérfanos, cuyos padres eran policías federales y fallecieron en cumplimiento de su deber.

Esa labor es recogida en el libro Artempatía (Conaculta/MMP, 2015), expresó Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad, en la presentación del volumen efectuada el pasado lunes en el Museo Soumaya de Plaza Carso.

¿Qué es empatía?, preguntó el funcionario federal. Es colocarse en el lugar del otro. Eso es lo que necesitamos, empezar a entender para reconciliar a la sociedad civil con nuestra policía. Por eso es tan importante este proyecto. Hay que cerrar esta herida que es la brecha que distancia la comunidad y los policías. Esto es, lograr reconocer a nuestros héroes cotidianos, señaló Sales Heredia.

El comisionado anunció que los dos elementos de la Policía Federal de México que acaban de recibir el Corazón Púrpura de manos de la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos van a colaborar también en ese proyecto, concretamente en el documental que se piensa hacer.

Artempatía es un esfuerzo conjunto del artista Emiliano Gironella Parra y el crítico de arte Pablo J. Rico. Aparte de hacer el documental, Gironella Parra dijo que ya se busca que los talleres se hagan de manera regular para que los niños también se conozcan entre sí. Como artista nunca pensé acercarme a la policía; fueron los niños que me cambiaron. Además, es un tema que concierne a todos los mexicanos en los tiempos que estamos pasando, asentó.

Para Alejandra Frausto Guerrero, titular de Culturas Populares de la Secretaría de Cultura, la cultura como tema estratégico en la recomposición del tejido social es una de las prioridades para la instancia federal. Es lo que dio origen al programa nacional México, cultura para la armonía, que se basa en cinco principios, entre ellos, atención a jóvenes y niños en situación de riesgo, del que el proyecto de MMP es ejemplo, señaló la funcionaria.

Hay una alternativa a través del proyecto de Emiliano en que se recupera la historia de esas personas que dieron su vida por la seguridad pública, y muy poco los reconocemos.

Frausto informó que el programa México: cultura para la armonía tiene actualmente 158 agrupaciones o colectivos, mediante los que se atienden a 8 mil 634 niños que, de lunes a viernes, tres horas al día, dedican su vida al arte. Hizo votos por que los talleres de pintura para los niños huérfanos se conviertan en un programa permanente.

Según Enrique Francisco Galindo Ceballos, comisionado general de la Policía Federal, responsable de la logística para traer a los niños a los talleres, MMP vino a consolidar esta visión de la posibilidad del arte en manos de los más vulnerables mediante una comunicación que no necesitaba más que el corazón expuesto en un lienzo.

Pablo J. Rico, curador y promotor cultural de origen español, dijo que cuando hay una emergencia social los artistas saben estar a la altura de las circunstancias. En lo personal aprendió de arte social con Francisco de Goya, en concreto, con la serie Los desastres de la guerra, obra que es un homenaje a las víctimas. Los verdugos, continuó, casi siempre aparecen como una masa anónima, pero las víctimas son los que tienen derecho a tener un rostro, llorar o reír o enfrentarse o gritar.