Londres.

El primer ministro británico, David Cameron, reconoció ayer que no gestionó adecuada ni oportunamente la información revelada por la indagatoria periodística denominada papeles de Panamá, del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, sobre su participación en una empresa offshore propiedad de su padre, Ian, al tiempo que centenares de personas pedían su dimisión frente a Downing Street.

Sé que hay lecciones qué aprender y las aprenderé, agregó el premier, quien señaló que los críticos deberían culparlo, en lugar de a sus asesores y equipo de prensa. Además, anunció la creación de un grupo de trabajo que indague Los papeles de Panamá. El equipo será dirigido de forma conjunta por agentes británicos del fisco y la Agencia Nacional del Crimen.

El lunes pasado se revelaron los documentos en los que aparece el nombre del ex primer ministro Ian Cameron, fallecido en 2010, y la información sobre el fideicomoso que fundó. El premier dio respuestas confusas hasta el jueves pasado, cuando por vez primera admitió haberse beneficiado de las maniobras de su padre.

Al grito de Cameron debe marcharse, ciudadanos con sombreros de Panamá protestaron ante la puerta del número 10 de Downing Street, donde se encuentran la residencia del primer ministro, por su participación en una compañía offshore, propiedad de su padre Ian, puesta al descubierto en la investigación Papeles de Panamá, en los que aparecen unos 12 jefes de Estado, 128 políticos, 61 familiares o socios cercanos a líderes políticos y futbolistas, empresarios, actores y otras personalidades públicas.

Mientras tanto, Cameron hablaba ante delegados de su partido congregados para preparar los comicios locales de mayo y admitía que había depositado dinero en la offshore que su padre tenía en Panamá.

Compré acciones de un fondo de inversiones, las cuales son iguales que el resto de las acciones y por las que pagué impuestos igual que que por cualquier otras, subrayó. Todas las acciones que tenía las vendí cuando me convertí en primer ministro, aseguró.

Según dijo, su esposa y él compraron esas participaciones en abril de 1997. Tuvieron un valor de 12 mil 497 libras y las vendieron en 2010 en 31 mil 500 (unos 39 mil euros).

Sé que debería haber gestionado mejor este asunto, sostuvo en el Congreso. No culpen a mis consejeros. Asumo la culpa. He aprendido la lección. Después reiteró su promesa de publicar próximamente sus declaraciones de impuestos de años recientes, gesto inédito de un primer ministro en el país.

Además anunció la creación de un grupo de trabajo para investigar Los papeles de Panamá.

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, opinó que Cameron admite los hechos demasiado tarde, cuando ha perdido la confianza de los británicos.

Británicos censuraron ayer la participación del primer ministro en una compañía offshoreFoto Afp

En tanto, Ramón Fonseca, socio fundador del despacho panameño Mossack Fonseca, del que proceden los 11.5 millones de documentos que una fuente anónima filtró al diario alemán Süeddeutsche Zeitung hace más de un año y que fueron compartidos por el rotativo con más de 100 organizaciones de prensa de 78 países, afirmó que el bufete aún no ha sido contactado por nadie para investigar los hechos.

Aseguró que la filtración fue resultado de un ataque informático desde una computadora en el extranjero y no de una acción interna, y que sabe en qué país se originó pero no tiene permitido revelarlo.

Explicó: Miles de colegas en el mundo realizan el mismo trabajo completamente legal que Mossack Fonseca, especializado en el establecimiento de empresas offshore en juridicciones que no sólo incluyen a Panamá, sino a Gran Bretaña, Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas. Sostuvo que no se ha presentado ninguna queja ante las autoridades tras las revelaciones de papeles de Panamá, informó el diario alemán Bild.

En Alemania, el gobierno se negó a recibir a un informante que pedía entregar detalles de negocios aparentemente dudosos de empresas estatales alemanas con Venezuela y Cuba que estaban incluidos en la lista de la investigación periodística, informó el semanario Der Spiegel.

Contactos

Según la revista, un informante anónimo contactó al ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, y a su viceministro para entregarles datos sobre negocios turbios con Venezuela y Cuba de la Imprenta Federal (Bundesdruckerei), empresa estatal alemana que imprime documentos de identidad, billetes y estampillas.

Der Spiegel afirma que se trata de una historia que data de una década atrás, cuando la Venezuela de Hugo Chávez decidió renovar los pasaportes y los encargó a Cuba, que a su vez contactó a la empresa Bundesdruckerei como proveedor de la tecnología necesaria.

Para evitar el embargo comercial a Cuba, la estatal alemana resolvió abrir compañías fantasma mediante el bufete Mossack Fonseca, que ahora aparecen mencionadas en Papeles de Panamá.

Un informante contactó en su momento a la cúpula del Ministerio de Finanzas para entregarle información sobre los supuestos negocios, pero los funcionarios rechazaron recibir los datos y los abogados de la empresa Bundesdruckerei conminaron al informante a no volver a contactarse con ellos, aseveró Der Spiegel.

En Panamá, el presidente Juan Carlos Varela se pronunció en contra de la decisión de Francia de poner de nuevo al país en su lista negra de paraísos fiscales. Consideró la decisión de mala e innecesaria, por lo que se comprometió a mejorar la transparencia en su nación.