Lima.

Un obispo peruano pidió a sus feligreses no votar por los candidatos a la presidencia que estén en favor del aborto y del matrimonio gay, porque es pecado, en momentos en que Keiko Fujimori, hija del encarcelado ex mandatario Alberto Fujimori, se consolidó como la candidata, con más apoyo en las encuestas, aunque sin la mayoría suficiente para imponerse en primera vuelta en la contienda del próximo 10 de abril.

Fujimori se mantiene en el primer lugar en la intención de voto con 32 por ciento, seguida por el economista conservador Pedro Pablo Kuczynski, con 16 por ciento, luego la izquierdista Verónika Mendoza, con 12 por ciento, y en cuarto lugar el periodista Alfredo Barnechea, con 11 por ciento, según una encuesta de Ipsos.

De mantenerse esta tendencia, Fujimori tendría que pasar a una segunda vuelta el 5 de junio.

Al arrancar la penúltima semana de proselitismo, la Iglesia católica intervino en la campaña. Votar en favor del matrimonio gay y el aborto es moralmente ilícito, esto se traduce en el lenguaje sencillo como pecado; eso es doctrina directa, no doctrina mía, refirió a la emisora RPP Arequipa Javier Augusto del Río Alba, arzobispo de la región sureña.

Desde hace unas semanas, Mendoza y Barnechea se declararon en favor del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo.

En Perú, nación altamemente conservadora, de 30 millones de habitantes y donde según el Vaticano 26 millones son católicos, el aborto es legal por malformación grave del feto o cuando está en peligro la vida de la madre.

La presión de la Iglesia católica y de colectivos afines logró en los tres últimos años que el Congreso archive proyectos que buscaban legalizar el aborto por violación.

El avance de Mendoza, quien hace un mes tenía un dígito en las intenciones de voto, es visto con nerviosismo por el mercado por sus propuestas de cambiar la política monetaria del banco central, bajar las tasas de interés y modificar la Constitución, entre otros.

La actual Constitución fue aprobada en los primeros años del gobierno del ahora encarcelado ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), tras disolver el Congreso con un autogolpe.