Cultura
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Monta Viqueira obra sobre el chile que es patria
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de marzo de 2016, p. 4

En el mexicano todo proviene del chile y regresa a él. Una adelita folclórica contemporánea, un cholo y un pachuco lo predican sobre el escenario en un melodrama ranchero y un canto urbano, dicharachero y popular, en la obra Desvenar.

Se reflexiona a partir de ese fruto que ha definido nuestra identidad de la época prehispánica a nuestros días. Acá el chile es patria, es nuestro tótem.

Richard Viqueira, quien escribió, actúa y dirige el montaje que realiza temporada en el teatro Benito Juárez, explica que la finalidad es pensar sobre el mexicano en el sentido de la tradición de Octavio Paz, Xavier Villaurrutia o Roger Bartra. Se busca hacer una especie de ensayo sobre la idiosincrasia particular a través del chile.

El albur, la política, el amor, la botánica o la gastronomía tradicional son venas abiertas en esta obra, con música original, donde lo mismo suena el sonsonete de se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas o algo de fierro viejo que venda que el súbale, súbale, hay lugares o pregunte, güerita, sin compromiso.

Algo fálico y bárbaro

Viqueira señala que escribió la obra pensando en la tradición de la carpa, que es el género eminentemente mexicano y que no obstante, en materia teórica, nadie lo toma en cuenta. Pero de ahí surgieron los grandes comediantes como Cantinflas. Y también emana una identidad desnuda del juego de palabras, a lo mexicano, donde el chile es anfitrión.

Sentarse a comer en una mesa mexicana es un campo de batalla, a ver quién aguanta más, como algo fálico y bárbaro, por lo que se come y se sugiere; una lucha constante de evadir el albur. El mexicano vive en una condición de constantes defensa y ataque, que el fruto mismo deriva.

Una paradoja, dijo, es que desde el punto de vista botánico el chile está diseñado para no ser comido, es su defensa. Sin embargo, el mexicano come lo que la naturaleza le prohibió. Sí habla de una condición política y social: los que están inconformes constantemente, los que en cada mesa hacen un campo de batalla.

La adelita posmoderna, con senos de calavera y trenzas floridas, encarnada por la actriz Valentina Garibay, comenta que la obra trabaja sobre todo con el sentido del oído, pues para crearla se indagó cómo se expresa el mexicano en lo verbal y corporal. El Metro, las calles y los sonidos urbanos alimentaron el libreto.

Desvenar culminará temporada el 10 de abril en el teatro de Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc. Funciones viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, excepto los días 25, 26 y 27 de marzo.