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No se trata de muros ni piedras, sino de un frío ataque a la cultura, dice fiscal de la CPI

Islamita radical es acusado de crímenes de guerra por destruir 10 mausoleos en Tombuctú
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de marzo de 2016, p. 5

La Haya.

La fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) acusó ayer a un jefe tuareg de Malí de crímenes de guerra por la destrucción de varios mausoleos de la histórica ciudad de Tombuctú en 2012.

Según señaló la fiscal Fatou Bensouda, el islamita Ahmad Al Faqi al Mahdi, líder del grupo rebelde Ansar Dine, destruyó 10 tumbas sagradas en 2012 y una mezquita, que datan de la Edad Media, y eso provocó gran consternación en el mundo.

Aquí no se trata de muros y piedras, dijo la fiscal. Es un frío ataque contra la dignidad y la identidad de la población y sus raíces históricas.

Los jueces tendrán que decidir en la vista preliminar, efectuada ayer, si las pruebas presentadas son suficientes.

El acusado, conocido también como Abu Tourab, había planeado la destrucción, la preparó y la ejecutó, según la acusación. Tourab, de unos 40 años, fue detenido en 2015 en Níger y entregado a la CPI.

La ciudad de Tombuctú, en el desierto, fue durante siglos un importante centro cultural del islam.

Ahmad Al Faqi Al Mahdi, uno de los líderes de Ansar Dine, grupo islamita radical malí asociado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi), dirigía la brigada de costumbres (Hesbah) de la ciudad cuando ésta estaba en manos de los yihadistas.

Está acusado de haber dirigido personalmente los ataques en 2012 contra 10 edificios religiosos del centro histórico de Tombuctú, incluidos en la lista de patrimonio mundial de la humanidad.

Las destrucciones son un ataque contra toda una población y contra su identidad cultural, dijo en La Haya la fiscal Fatou Bensouda durante la audiencia de confirmación de cargos, mediante la que se decide si hay pruebas suficientes para comenzar un juicio.

El defensor del acusado calificó a este último de hombre inteligente y razonable, un intelectual instruido y preocupado por el bien colectivo. No se trata de atacar a las tumbas, sino de (...) liberarlas de elementos construidos sobre ellas, agregó Jean-Louis Glissen.

Primer imputado

Al Faqi es el primer yihadista encarcelado por la CPI, el primer detenido con motivo de la investigación sobre la violencia de 2012 y 2013 en Malí y el primer imputado por la corte por destruir edificios religiosos y monumentos históricos.

Durante la audiencia, Faqi, vestido con camisa blanca, escuchó las acusaciones de la fiscal. He entendido bien los cargos, afirmó en árabe al juez que presidía la sesión, Joyce Aluoch.

Es la primera vez que la destrucción de monumentos históricos y religiosos es central en la acusación, afirmó la ONG Open Society Justice Initiative.

Tombuctú, fundada entre los siglos XI y XII por tribus tuaregs, fue gran centro intelectual y comercial del islam.

En 2012, la destrucción de Ansar Dine –en nombre de la lucha contra la idolatría– de 14 mausoleos de santos musulmanes provocó indignación en el mundo.

Durante la audiencia de confirmación de cargos, la fiscalía argumentó que el caso contra Al Faqi es lo suficientemente sólido para juzgarlo. Los jueces disponen ahora de dos meses para dictar sentencia.

Según la orden de detención contra Al Faqi, éste es responsable de crímenes de guerra que destruyeron nueve mausoleos y una de las principales mezquitas de la ciudad, la de Sidi Yahia, entre el 30 de junio y el 10 de julio de 2012.

La conciencia colectiva de la humanidad quedó escandalizada por la destrucción. Estos ataques no deben quedar sin castigo, dijo Bensouda.

La Unesco restauró los 14 mausoleos destruidos en la ciudad de Tombuctú.

Muchas ONG reclaman justicia para las víctimas de la violencia en Malí y piden a la CPI ampliar los cargos contra Al Faqi para incluir violaciones y bodas forzadas, entre otros crímenes.