Opinión
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México SA

El Chapo, otra vez

Gobierno empata

Goliza financiera

U

n buen tanto anotó ayer el gobierno peñanietista tras la goleada por él recibida el 11 de julio de 2015. Con la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán empata el partido (dos enchiqueramientos-dos fugas, aunque desde ya el capo organiza la tercera evasión, si es que antes no lo extraditan) y por primera vez en los pasados seis meses el inquilino de Bucareli dormirá sin soñar en chivos expiatorios ni en que Enrique Peña Nieto llega y lo jala de los pies por aquello de lo imperdonable que sería una nueva evasión del sinaloense (es decir, la ocurrida en el séptimo mes del año pasado).

Pero como aquí todo es perdonable, el ahora reposado Miguel Ángel Osorio Chong se mantiene en el cargo –purga de por medio– y la noticia de ayer le regresó la sangre al cuerpo, a la vez que alejó la posibilidad de que, tarde que temprano, le pasaran la factura. Felizmente la recaptura de El Chapo (la segunda en lo que va del sexenio) agarró a Peña Nieto en México (el próximo jueves viaja a Guatemala), porque el 11 de julio de 2015 estaba en pleno jolgorio parisino, donde se le atoró el coñac y otras menudencias tras conocer la nueva fuga del capo.

Ahora el problema más delicado para el inquilino de Los Pinos y su gabinete de seguridad es el hospedaje del hijo predilecto de Badiraguato. ¿Dónde lo recluirán?, porque es de sobra conocido que las jocosamente denominadas prisiones de máxima seguridad en realidad lo son de altísima corrupción y mínima estadía, en donde sólo labora personal ciego, sordo y mudo perfectamente aceitado con narcodólares y otras cositas.

Eso sí, El Chapo deberá bañarse a jicarazos, porque se puede adelantar que su celda no tendrá regadera y mucho menos coladera, mientras el gobierno federal se afana en la búsqueda de personal carcelario que ni lejanamente registre problemas acústicos, visuales y fonéticos.

En su discurso de ocasión (que no ofreció cuando el sinaloense se fugó por segunda ocasión), un rebosante Peña Nieto consideró que la recaptura confirma la fortaleza de las instituciones, es decir, las mismas que en dos ocasiones permitieron la evasión de El Chapo. Si ahora lo dicho por el inquilino de Los Pinos es válido, entonces lo contrario también tiene sentido, es decir, que el 11 de julio de 2015 se confirmó la debilidad y corrupción de las instituciones que hoy alaba. ¿En serio las instituciones han demostrado una vez más que los ciudadanos pueden confiar en ellas?

El inquilino de Los Pinos cree que se saca la espina. La afrenta para el Estado mexicano que reconoció seis meses atrás una vez conocida la evasión del capo, hoy, tras la recaptura, la promueve y presume como un triunfo de las instituciones, pero sólo porque se abocaron a cumplir la misión que les ordené, y no porque la ley las obliga a ello.

En fin, El Chapo de nueva cuenta enchiquerado y en preparación, una vez más, de su huida, si es que antes las poderosas instituciones mexicanas no lo remiten a gringolandia. Cuando menos, se empató el marcador… hasta ahora, mientras el negocio del narcotráfico se mantiene a todo lo que da.

Donde de plano la goliza no tiene para cuándo concluir es en el ámbito económico-financiero, donde el gobierno peñanietista ya no siente lo duro sino lo tupido, mientras el ministro del (d)año ofrece bonitos discursos color de rosa y llenos de fortaleza para entretenimiento del respetable, cada día más jodido.

La recaptura del capo motivó fuegos artificiales, abrazos entre la clase política, aplausos de foca y la presencia del inquilino de Los Pinos en Palacio Nacional (sólo para que Peña Nieto hablara cinco minutos y ofreciera información que ya todos conocían), pero de lo demás ni quién se acuerde: el tipo de cambio se mantiene al alza y el precio del barril mexicano de exportación exactamente en sentido contrario, al tiempo que la Bolsa Mexicana de Valores se zarandea un día sí y el siguiente también.

Ayer nuevo récord –uno tras otro– del tipo de cambio: en ventanilla bancaria el billete verde se vendió a 18.25 micro pesos, sin visos de que la permanente inyección de reservas internacionales frene la escalada. Lo mejor del caso es que a la devaluación de 40 por ciento a lo largo del actual gobierno, los funcionarios del sector público financiero le siguen llamado deslizamiento ordenado.

Por el lado del petróleo, el precio del barril de exportación se hundió aún más y cerró semana en 23.65 dólares, un monto casi 53 por ciento por debajo del presupuestado para el presente año. En tan sólo una semana dicho precio cayó 12.5 por ciento, y las coberturas contratadas y presumidas por la Secretaría de Hacienda sólo amparan a 25 por ciento de la producción petrolera nacional, es decir, uno de cada cuatro barriles.

De nueva cuenta el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores reportó descenso, y ayer perdió 0.97 por ciento respecto al cierre de la víspera. Hasta ahora el mercado accionario no ha registrado una sola sesión positiva en lo que va de este aún tierno 2016. En la sesión de ayer las empresas con mayores bajas fueron la textilera Hilasal (-10.87 por ciento), Comercial Mexicana (-9.31 por ciento) y la cementera Cemex (-5.93 por ciento).

El ambiente económico-financiero adquiere color de hormiga, pero todos con los ojos y los aplausos por la recaptura. El único que se animó fue el gobernador del Banco de México, a quien sí preocupa el tipo de cambio, pero sólo para que siga una trayectoria ordenada y que el ajuste sea ordenado, porque en meses recientes se ha dado un traspaso bajo de la depreciación del peso a la inflación, pero no se puede confiar que eso vaya a ser para siempre (La Jornada, Roberto González Amador).

El afamado doctor catarrito reconoció que tenemos un entorno externo muy complicado, caracterizado por una caída en el precio del petróleo, bajo crecimiento económico mundial, una postura monetaria dispareja en las diferentes regiones del mundo y más recientemente todo lo relacionado con China, que en México se ha reflejado en un ajuste en el tipo de cambio. Pero no hay de qué preocuparse: El Chapo está en el tanque.

Las rebanadas del pastel

Dicen los capos de la clase político-empresarial mexicana que con la recaptura del sinaloense ha quedado fuera de circulación el más temible de los hampones. Exageran –por modestia, sin duda–, porque dentro del mismo aparato de gobierno y en los círculos del poder hay otros mucho más peligrosos y activos sin visos de ser enchiquerados.

Twitter: @cafevega