Sociedad y Justicia
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Los empleadores prefieren a las solteras y sin niños

Sacrifican mujeres prestaciones o salario para tener tiempo de cuidar a sus hijos
 
Periódico La Jornada
Sábado 2 de enero de 2016, p. 25

Dejé el trabajo que tenía desde hace cinco años porque no me permitía estar el tiempo suficiente con mis hijos, relata Adela, quien aportaba 40 por ciento del gasto del hogar. Muchas mamás prefieren aceptar empleos que no les proveen de seguridad social, pero sí de horario flexible, o toman plazas de media jornada aunque el sueldo sea más bajo, debido a que necesitan cuidar a su familia, aseguró la titular del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez.

Los empleadores, cuando van a contratar a una mujer, primero prefieren a la soltera. Bueno, si no lo es, entonces que sea casada, pero sin hijos. Está bien, sí tiene hijos, pero al último contratan a una madre soltera, porque la idea es que ellas son quienes deben realizar las tareas de cuidado, sostuvo la funcionaria en entrevista.

En México 29 por ciento de los hogares tienen una jefatura femenina, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 que presentó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística en diciembre pasado. Hace cinco años era de 25 por ciento.

El sondeo también afirma que la carga de los cuidados y del trabajo doméstico recae principalmente en la población femenina, pues de cada 100 personas que dedican tiempo a esas tareas, 63 son mujeres.

Las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social atienden a los bebés hasta las 7 de la noche. Eso estaba bien, hasta que entraron a prescolar y primaria, lamenta Adela, quien era supervisora en un centro de atención telefónica. Las escuelas de tiempo completo están abiertas hasta las 4 de la tarde y yo salía a las 18:30. Ni mi esposo ni yo podíamos recogerlos a esa hora. Además, después hay que preparar lo del día siguiente; realmente no convivía con ellos.

Persiste la presión social o la idea de que las mujeres deben convertirse en madres, y cuando lo hacen, reprocha, no hay apoyo en las empresas. Cuando tenía que ir a la escuela de mis hijos o llevarlos al doctor, mi jefe pensaba que mentía para salirme de la oficina, expresa Adela, quien ahora labora desde su casa en un estudio fotográfico.

También Flor tuvo desencuentros con sus jefes por los mismos motivos. Me pidieron que repusiera el tiempo que me había ausentado. Desde que me contrataron pedí tolerancia, dejé claro que tengo hijos y ellos son primero. Sin embargo, lo acepté y he trabajado horas extras sin percibir más por ello.

Hace falta voluntad política y leyes que ayuden a las madres, y también a los padres, al cuidado de sus hijos, señala Flor. Es necesario promover trabajos con horarios flexibles o que se puedan hacer desde casa sin renunciar a las prestaciones.