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Juzgado en China
 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de diciembre de 2015, p. 17

Pekín.

El abogado Pu Zhiqiang, un conocido defensor de los derechos humanos en China, juzgado por publicar en Internet críticas al gobierno, fue condenado este martes a una pena en suspenso de tres años de cárcel.

Pu, de 50 años, es célebre por haber defendido ante la justicia a víctimas de los campos de reeducación mediante trabajos forzados, así como al famoso artista contestatario Ai Weiwei. El abogado está detenido desde hace un año y medio por haber publicado entre 2011 y 2014 siete mensajes en la red social china Sina Weibo, el equivalente de Twitter.

En ellos, fustigaba la incompetencia y las mentiras del Partido Comunista, y denunciaba las políticas represivas de Pekín en el Tíbet y en la región de mayoría musulmana de Xinjiang.

Pu, que se exponía a ocho años de cárcel, fue condenado finalmente a tres años en suspenso, indicó a la Afp su abogado Mo Shaoping.

Fue hallado culpable de incitación al odio racial y de haber provocado disputas y fomentado altercados, según medios estatales, que aseguraron que el abogado no apelaría la sentencia.

No estamos satisfechos con el veredicto porque habíamos pedido su absolución y esta condena reafirma su culpabilidad, explicó el abogado Mo. El carácter suspensivo de la sentencia implica que Pu debería salir de prisión, pero no será un hombre libre, será, como antes, susceptible de ser detenido de forma arbitraria, agregó Mo.

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El abogado Pu Zhiqiang, defensor de los derechos humanos en China, fue juzgado por publicar en Internet críticas al gobierno y ayer lo condenaron a una pena en suspenso de tres años de cárcel, lo que implica que debe salir de prisión (lleva año y medio recluido), pero podría ser detenido de forma arbitraria en cualquier momento y será sometido a un control periódico de las autoridades, explicó su defensaFoto Reuters

Pu será sometido a un control periódico de las autoridades y deberá pedir permiso para salir de Pekín.

Un fuerte dispositivo de seguridad fue desplegado alrededor del tribunal de Pekín que pronunció la sentencia, con la presencia incluida de fuerzas del orden vestidas de civil, constató la Afp.

Al menos tres manifestantes que apoyaban a Pu fueron violentamente alejados del tribunal, mientras que varios policías confiscaron momentáneamente las acreditaciones de prensa de algunos reporteros.

Amnistía Internacional lamentó el fallo, que consideró como una inmensa injusticia. Es una buena noticia porque es probable que Pu Zhiqiang no vuelva a dormir en prisión... pero no es un criminal y este veredicto de culpabilidad va a impedir que uno de los más emblemáticos defensores de los derechos humanos en China pueda ejercer, dijo William Nee, investigador de Amnistía.