El intenso tránsito vehicular en la ciudad de México es el resultado previsible de políticas acumuladas en déca- das de construcción y ampliación de vialidades para automóviles, afirmó Xavier Treviño, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (IPTD).

El especialista aseguró que el número de autos que circulan es un problema, pero no el principal; de hecho, el nivel de motorización en México está por debajo de casi todos los países europeos, con alrededor de 200 vehículos por cada millón de habitantes, mientras en los países del llamado primer mundo es de 800, dijo.

Comentó que muchas naciones han pasado por el colapso vial y la solución ha sido restringir el acceso de autos en zonas centrales, y en lugar de construir segundos pisos... los tiran.

Otro problema, dijo, es la construcción masiva de estacionamientos en el Centro de la ciudad. Sólo en la llamada Torre Bancomer habrá 3 mil lugares, lo que equivale a que todos esos autos lleguen todos los días al Paseo de la Reforma en horas pico, explicó.

Parte de la solución es ampliar la oferta, la calidad y la cobertura del transporte público y la movilidad no motorizada, afirmó. Hoy tenemos cerca de 400 kilómetros de rutas de transporte en toda la ciudad, lo cual no se consigue de la noche a la mañana, y aunque sí es competitivo a escala global, no es suficiente, explicó.

Por ello, añadió Treviño, el dinero que la ciudad recauda debería ser invertido en transporte público, pues no hay suficiente presupuesto para ello. Dijo que es necesario cobrar por el uso del automóvil.

Si vas a usar un vehículo, debes hacerlo de manera racional y solidaria. Los costos que se generan a los más vulnerables, por contaminación, atropellos, choques, ruido y congestiones, deben pagarse a la sociedad. Quienes tenemos automóviles no estamos sufragando estos costos.

Detalló que en México, quienes toman decisiones, los políticos, los periodistas, las ONG, sí tenemos acceso a vehículos, pero la mayoría de las personas no. En la zona metropolitana, 29 por ciento de los viajes se hacen en automóvil, el resto en transporte público”.

El especialista aseguró que la situación de caos vehicular en el Distrito Federal se debe a las malas decisiones de alentar el uso del auto particular, lo que pone al interés privado por encima del público.

Recomendó que es indispensable reducir a cero la inversión en infraestructura vial nueva en el Distrito Federal y dedicar todos los recursos a mantenimiento de lo existente, así como a transporte masivo y movilidad no motorizada.