Glendale, Arizona.

Dwight Freeney arrancó el balón de manos del mariscal de campo Teddy Bridgewater a cinco segundos del final para impedir que los Vikingos tuvieran una oportunidad de conectar el gol de campo del empate y enviar el duelo a tiempo extra, con lo que los Cardenales de Arizona aseguraron ayer su lugar en la postemporada de la NFL al derrotar 23-20 a Minnesota.

Los Vikingos se levantaron de una desventaja de 10 puntos en el último cuarto para igualar 20-20 con cinco minutos en el reloj.

El mariscal de campo Carson Palmer respondió con una ofensiva de 11 jugadas y 55 yardas que dejó la mesa puesta para un gol de campo de 47 yardas de Chandler Catanzaro, que puso el juego 23-20 para los locales.

Con un minuto y 23 segundos, Minnesota tomó la pelota para buscar ir a tiempo extra.

Bridgewater hizo el trabajo y metió a los Vikingos a la yarda 31 de Arizona, dentro del rango del pateador Blair Walsh.

Ya sin tiempos fuera y en tercera oportunidad con 13 segundos, la ofensiva vikinga quiso ir por más en lugar de mandar a su unidad de equipos especiales al campo e intentar un gol de campo de unas 48 yardas.

La apuesta le salió cara, pues el pasador fue capturado por Freeney, quien provocó además un balón suelto que fue recuperado por Calais Campbell, lo que sentenció el duelo para Arizona, que logró su pase a los playoffs por segundo año consecutivo.

Un gol de campo de 47 yardas de Chandler Catanzaro con 1:23 minutos por jugar puso adelante a Arizona (11-2), que ganó por séptima ocasión seguida.

Bridgewater sumó 335 yardas aéreas y una anotación por los vikingos (8-5), que no contaron con cuatro de sus titulares defensivos.

Carson Palmer lanzó para 310 yardas con dos anotaciones en favor de los Cardenales.

Arizona venció a los Vikingos en el estadio de la Universidad de Phoenix y puso su marca en 11-2, logró una ventaja de 3.5 juegos a los Halcones Marinos de Seattle, en el Oeste de la Conferencia Nacional.

Esta es la primera ocasión que los emplumados ligan postemporadas desde 2008-2009.

Ahora la meta está en el título divisional, el cual podrían amarrar si Seattle pierde o empata el domingo ante Baltimore.