Cultura
Ver día anteriorMiércoles 18 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El fotógrafo italo-venezolano Paolo Gasparini exhibe 34 dípticos y 30 fotos en la Galería López Quiroga

Acumula imágenes rotas para resistir este mundo que nos reduce

Reflejan las ruinas en una tierra desolada

Foto
Malecón y carnaval en La Habana imagen de Paolo Gasparini incluida en la muestraFoto Cortesía de la galería
 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de noviembre de 2015, p. 5

Durante los recorridos por la ciudad, en camión, en Metro, vamos acumulando un montón de imágenes rotas. Rotas, porque de por sí son reflejo de las ruinas presentes en esta tierra desolada. En este menester de ir armando, formando secuencias para fotomurales y audiovisuales, he querido experimentar, una vez más, la posibilidad de que las imágenes puedan expresarse en varias direcciones y con más de un significado.

Así se expresa Paolo Gasparini (Gorizia, 1934) en la más reciente publicación de la Galería López Quiroga, Del reverso de las imágenes, mismo título de la exposición que incluye 34 dípticos y 30 imágenes del fotógrafo italo-venezolano. El libro fue diseñado por Álvaro Sotillo y la edición es de 200 ejemplares numerados.

Gasparini remata: ¿Y para qué tanto bochinche? Para ayudarnos en la difícil tarea de pensar y resistir a este mundo que nos reduce cada vez más.

Los 34 dípticos comprenden fotos tomadas en Europa y América, incluido México, de 1972 a 2011. Las 30 fotos adicionales, que no se incluyen en el libro, son impresiones de época de 1961 a 1965, cuando Gasparini vivió en Cuba. En los primeros, las grandes diferencias del mundo moderno contrastan con las utopías de las segundas.

Comentó en algún momento: En Cuba documenté la celebración, la euforia, el triunfo y la esperanza. En el resto de América Latina registré las contradicciones sociales.

Victoria de Stefano escribe: El fotógrafo no ignora que en el campo de lo fotografiable no hay secuencialidad a la que pueda hacérsele justicia; sólo tránsitos, barreras, escollos, interferencias, un rascacielos, una valla, un muro, un viaducto, fronteras, umbrales infranqueables, horizontes, transeúntes... altos en el camino. De ese desconsolado intento de superar un imposible está hecho su oficio.

Foto
Santiago de Cuba, imagen de Paolo Gasparini incluida en la muestraFoto Cortesía de la galería

La revista Aperture publicó recientemente una entrevista con Gasparini, en la que el fotógrafo habla de su primer contacto con esta disciplina: “A los 11 años vi el horror de la guerra: fotografías de cuerpos mutilados, ahorcados y fusilados. Las fotos pertenecían a un partisano yugoslavo, estaban guardadas en un baúl en una casa, donde fui con el guerrillero, cerca de Trieste, en el hoy territorio de Eslovenia.

“Esta fue mi primera experiencia con la fotografía, me causó una profunda impresión. En segundo lugar mi imaginario visual se alimentó del cine y las fotografías de revistas. Cuando tenía entre 14 y 18 años, periodo de posguerra, asistía al Festival de Cine de Venecia y en las oficinas de la USI (United State Information) el ejército estadunidense proyectaba películas en Gorizia y Trieste.

“Allí y en Venecia vi The plow that broke the plains (1936), El río (1938), producida por la Farm Security Administration; Nanuk, el esquimal (1922) de Robert Flaherty; el documental Edward Weston, The photographer (1948) y las primeras imágenes de los campos de concentración. Vi películas que no habían llegado a Italia por la guerra, Lo que el viento se llevó (1939) o ¡Viva México! (1930), por ejemplo, y, por supuesto, el neorrealismo italiano de Zavattini, Rosellini y De Sica.”

La exposición Del reverso de las imágenes concluirá este viernes en la Galería López Quiroga (Aristóteles 169, esquina Horacio, colonia Polanco).