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Enfrenta 10 años de prisión acusada de cómplice de terrorismo

Niegan libertad bajo fianza a joven rusa que intentó casarse con un yihadista del EI
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de noviembre de 2015, p. 38

Moscú.

El caso de Varvara Karaulova –joven estudiante de la prestigiada MGU (Universidad Estatal Lomonosov) quien decidió dejar todo en Moscú para contraer matrimonio en Siria con un combatiente del Estado Islámico (EI), que la convirtió a sus ideas radicales a través de un foro de Internet, según la procuraduría rusa–, volvió este martes a ocupar un lugar destacado en los titulares de los noticiarios locales al dictaminar un juez su permanencia incondicional en prisión acusada de cómplice de terrorismo.

Dicho de otra forma, Karaulova –quien a petición de su padre vio frustrados sus planes y quedó detenida en Turquía cuando se disponía a cruzar la frontera con Siria– deberá esperar tras las rejas la celebración de un juicio que podría condenarla hasta a 10 años de privación de la libertad.

Es una muchacha que se enamoró perdidamente y que no sabía lo que hacía, lamentó Pavel Karaulov, su padre, después de escuchar el fallo que denegó el arresto domiciliario o, en su defecto, la libertad bajo fianza.

La procuraduría rusa tiene otra opinión y considera que está probado que Varvara quiso incorporarse de modo voluntario al EI, prohibido en Rusia y catalogado como grupo terrorista, además de que su historia no es excepcional, aunque sí una de las que más repercusiones han tenido en la prensa desde el llamado de auxilio que lanzó el padre en las redes sociales, el pasado 27 de mayo, en busca de su hija.

Además, que se sepa, es el primer caso de una hija de un agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso; dependencia sucesora del KGB soviético) que trató de enrolarse en uno de los grupos que combate el padre en función de su trabajo.

No cabía en la mente de Pavel Karaulov que su hija, estudiante aplicada de filosofía y deportista destacada, hubiera preferido abandonar todo para casarse con un desconocido que, en sus palabras, pudo embaucarla desde el otro lado del monitor de una computadora.

Inicialmente, por los contactos del padre, la procuraduría no consideró necesario fincar responsabilidades penales contra la muchacha, pero cambió de parecer cuando detectó que ésta intentó varias veces contactar por Internet con su enamorado en Siria, y en el primer interrogatorio se confesó adepta a las ideas del islam radical.

El problema, comentan quienes han seguido de cerca las noticias sobre Karaulova y otras historias similares, es que en lo que va de este año se tiene certeza de que al menos 15 muchachas rusas viajaron a Siria para casarse con yihadistas.

Sólo este mes han acudido a nosotros cinco personas (padres de jóvenes rusas desaparecidas), en busca de ayuda para localizar a sus hijas que podrían, según los indicios, querer cruzar la frontera entre Turquía y Siria, afirma Oleg Melnikov, de la ONG Alternativa.

El procurador general de Rusia, Yuri Chaika, informó hoy que su dependencia tiene abiertos 650 expedientes acerca de ciudadanos rusos que de acuerdo con evidencias reunidas se incorporaron al EI.

A mediados de octubre, al intervenir ante sus colegas en la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes, el presidente Vladimir Putin estimó entre 5 mil y 7 mil el número de ciudadanos rusos y de otros países de la antigua Unión Soviética que combaten en las filas del EI, y subrayó el peligro que representa para todos su eventual regreso.