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Badía Bonilla y Mauricio López afinan su preparación técnica

Una Pareja en Ascenso interrumpe ochomiles para afilar hacha

Suman ocho cumbres de las 14 del proyecto que retomarán en 2016

 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de septiembre de 2015, p. a15

En busca de mayor nivel técnico, el proyecto Una Pareja en Ascenso, conformado por Badía Bonilla y Mauricio López, sacrificó este año intentos en los Himalayas, en los que suman ocho cumbres de la meta de cubrir los 14 ochomiles que integran la cordillera, a la que retornarán en 2016 con la estrategia replanteada, al tiempo que habrán reunido los patrocinios necesarios.

Con cierto pesar, Bonilla acató la decisión de López, líder de expedición, cuya experiencia lo llevó a considerar la necesidad de que ella fuera más independiente en resolver sus ascensos, así que en Perú ella tomó un curso de alta montaña en glaciares y hielo, y él se actualizó en técnicas de escalada en hielo, etapa de entrenamiento que les significará un paso importante para su proyecto.

Como dice el dicho, hay que sacarle también filo al hacha, dijo Mauricio en entrevista con La Jornada, en referencia al cese de 14 años ininterrumpidos de intentos, lapso en el que han escalado las cumbres del Everest, Lhotse, Makalu, Cho Oyú, Manaslu, Gashembrum ll, Broad Peak y Shisha Pangma.

La decisión fue la correcta, explicó, pues además de que la experiencia para Badía en Perú era necesaria, este año las condiciones climáticas, como apuntaba la estadística, afectaron la parte de Pakistán y el porcentaje de ascensos era mínimo.

No fue fácil para mí porque nos separamos. Él se fue a hacer en solitario montañas de Perú y yo me quedé tomando el curso en una cima de grado de medio a fuerte, donde hay grietas, paredes de hielo y no hay cuerdas fijas como en Pakistán o Nepal, relató Bonilla.

“Siempre había escalado con Mauricio, y su preocupación era que yo fuera más independiente en cualquier circunstancia. Para mí valió la pena, salí de una zona cómoda, así que vengo con ganas de seguir, en beneficio de la pareja, del proyecto, y pensando en el futuro, porque siguen montañas muy técnicas, dijo en alusión a las pendientes K2, Kangchengunga, Dhaulaguri, Nanga Parbat, Annapurna y Hidden Peak, cuyos intentos continuarán a partir de 2016

A Bonilla le costó asimilar la decisión de parar, pues si bien se han dado a la tarea de replantear las estrategias de entrenamiento y en ese tiempo buscarán firmas para el proyecto que, consideran, ha evolucionado, también están conscientes de que la edad avanza, nuestro cuerpo también tiene desgaste, así que cuidamos esos detalles, afinando la parte de la salud, señaló Badía, nutrióloga próxima a cumplir 49 años.

“Debo confesar que me puse triste cuando Mauricio dijo que no iríamos a ningún ochomil. Pensé que era una broma. Pero me encontré con la Badía que soy, con la que quiero ser y entendí que esto no es un chiste, que hay riesgos. Yo le dejaba toda la responsabilidad a él y ahora valoramos mucho todo esto”.

Bonilla, que de forma alterna al proyecto se mantiene en la competencia mundial de ascensos femeniles en los ochomiles himalayos, admitió que también fue un golpe a su ego, pues las demás estuvieron activas, aunque aprecia los riesgos que libraron por la cantidad de nieves que atacó esas montañas.

En próximos días la pareja anunciará el proyecto de 2016, en el que empezarán a narrar la experiencia desde la preparación hasta llegar a la siguiente cumbre.