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Creada para escenificarse a cielo abierto, ahora es llevada a un teatro convencional

Resignifican obra de Shakespeare debido a la circunstancia actual del país

Enrique IV, primera parte habla sobre el poder, reflexiona sobre el horror de la guerra civil y de cómo un futuro rey puede encontrar en una taberna las mejores lecciones para gobernar: De Tavira

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El actor Marco Antonio García (Enrique IV), en la obra de William Shakespeare, donde se contrastan el valor de la existencia con esa ética hipócrita del poder, destructora de la vida, señala Luis de Tavira, director artístico de la CNT, encargada del montaje en el CenartFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de septiembre de 2015, p. 5

Luego de su estreno y temporada en el Zócalo capitalino, en 2012, teniendo como escenario La Corrala del Mitote, y de haber participado en las Olimpiadas Culturales de Londres y en el Bitola Shakespeare Festival, la obra Enrique IV, primera parte, con la Compañía Nacional de Teatro (CNT), ofrece una temporada en septiembre en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Con dirección original de Hugo Arrevillaga, esa propuesta escénica fue pensada para representarse a cielo abierto, por lo que en esta ocasión se cuenta con el trabajo de Octavio Michel como director residente, debido a que el montaje será en un espacio teatral convencional.

Entre los cambios escénicos y actorales, adelanta Michel, se bajó el tono exaltado que se tenía respecto de cuando se presentaba a cielo abierto, y se abrió más la isóptica del escenario donde se desarrolla la historia.

Hay también, por los hechos políticos y sociales más recientes ocurridos en el país, una resignificación de ciertos momentos de la obra, es decir, mientras en su temporada de estreno en 2012 había cierta lectura de la historia, ahora resuenan distinto ciertas situaciones que quizás no resultan tan evidentes.

Conversación viva con la actualidad

De acuerdo con Luis de Tavira, director artístico de la CNT, el teatro, aún el más antiguo o histórico, es una conversación viva que habla con la actualidad. Aunque es la misma pieza, señala, el tiempo en el que ahora se escenifica provoca una resignificación.

Se narra la historia de Harry, príncipe heredero, quien como futuro rey se enfrenta a dos modelos para gobernar: el de su padre, el rey Enrique IV, y el de su amigo Falstaff, especie de padre adoptivo.

La historia se sitúa en la Inglaterra medieval, donde la nobleza y el pueblo cohabitan y se confunden.

Entre otras cuestiones, apunta De Tavira, la obra habla sobre el poder, reflexiona sobre el horror de la guerra civil y de cómo un futuro rey puede encontrar las mejores lecciones para gobernar en una taberna.

Uno de los mensajes de la obra encarna en el monólogo de Falstaff: a mí dénme la vida, como un canto al valor mismo de la existencia, enfrentado a esa ética hipócrita del poder, destructora de la vida, comenta De Tavira.

La figura de Falstaff, abogando por la vida, representa uno de los valores fundamentales, en contraste con la violencia que hoy padecemos en el país.

De acuerdo con el traductor a la obra del célebre dramaturgo inglés, Alfredo Michel Modenessi, si bien es una obra histórica que habla sobre la política y el poder, el género es una tragicomedia, y la parte que corresponde a la comedia es también muy importante, es decir, se trata de una obra muy divertida.

Se trata de una tragicomedia, en la que se expone también un conflicto entre padre e hijo, que traspasa los muros del entorno familiar, pues ciertas decisiones no sólo implican un problema personal, sino el futuro de todo un reino.

Según Michel Modenessi, la figura de Falstaff, dentro de toda su seriedad, es el más grande personaje cómico en toda la obra de Shakespeare, que conecta muy bien con el espectador mexicano y otras latitudes.

Respecto de los pocos estrenos durante el año 2015 que ha realizado la CNT, la cual se ha dedicado más a reponer obras de su repertorio, integrado por 50 obras producidas en siete años, De Tavira señaló que dicha situación permite mostrar proyectos escénicos que no terminan con una temporada y que son un patrimonio y una inversión.

A través de los remontajes, dijo el director teatral, se refleja un asombroso desarrollo artístico.

Sin embargo, reconoció que “no hemos podido producir como veníamos produciendo, ni se ha podido cumplir con lo que se había propuesto producir para 2015, porque igual nos toca enfrentar la crisis (económica) que hay en el país.

Esperamos que esto cambie y ponernos al día en 2016, con los proyectos que estaba planeado producir para este año, que era el de cuatro obras, de las cuales sólo dos se han podido producir.

Las funciones de Enrique IV primera parte comienzan hoy y la temporada concluirá el 4 de octubre.

Las funciones de la obra Enrique IV, primera parte se realizan jueves, viernes y sábado a las 19 horas y domingos a las 18 horas en el Teatro de las Artes del Cenart (avenida Río Churubusco 79, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club, cerca de la estación General Anaya del Metro).