Jerusalén.

El Parlamento de Israel aprobó una ley que autoriza la alimentación forzada a los presos que están en huelga de hambre cuando esté en riesgo su vida. Esta ley tiene por objetivo impedir que los palestinos utilicen este tipo de protesta como medio de presión sobre las autoridades israelíes.

La decisión sobre la alimentación forzada debe contar con la aprobación de un fiscal del Estado tras conocer la opinión del preso y de un médico, y en último término debe ser autorizada por un juez.

El gobierno ya le había dado el visto bueno en junio de 2014, coincidiendo con un movimiento de huelga de hambre que provocó la hospitalización de decenas de presos.

La normativa, aprobada por 46 votos contra 40, de un total de 120 diputados, no menciona explícitamente a los palestinos.

Gilad Erdan, ministro de Seguridad Interior, afirmó que las huelgas de hambre de los terroristas en prisión se han convertido en un medio para amenazar a Israel.

La ley crea un equilibrio entre el interés del Estado por preservar la vida de un prisionero y los derechos (del preso), así como su integridad corporal, señaló David Amsalem, diputado del partido Likud, donde milita el primer ministro Benjamin Netanyahu.

Se aplicará sólo si un médico estima que la continuación de la huelga de hambre genera un riesgo inmediato para la vida del prisionero o daños permanentes para su salud, añadió Amsalem.

La huelga de hambre es con frecuencia el único medio que tienen los presos para protestar contra encarcelamientos ilegales o condiciones inhumanas en las prisiones, señaló la Asociación de Médicos por los Derechos Humanos en un comunicado, que considera que la alimentación forzada es una forma de trato denigrante.

Además, tacharon de vergonzosa y horrorosa la ley, que muestra la verdadera cara antidemocrática de los legisladores de línea dura que la aprobaron.