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Varias áreas cerebrales son las que procesan el sonido; permiten diferenciar lo agudo de lo grave

La música no sólo se percibe con el oído, sino con todo el cuerpo, en particular con el tacto

Concepción Morán Martínez ofreció una conferencia en Universum, Museo de las Ciencias

 
Periódico La Jornada
Martes 5 de mayo de 2015, p. 3

El cerebro tiene partes específicas que discriminan, procesan y categorizan el sonido, lo que le permite diferenciar lo agudo de lo grave, explicó Concepción Morán Martínez, profesora de las facultades de Sicología (FP) y de Música (FaM) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En este proceso, la vista desempeña un papel crucial, pues permite determinar la procedencia acústica. Así, las melodías no sólo se perciben con el oído, sino con todo el cuerpo (en particular con el tacto), expuso en Universum, Museo de las Ciencias.

Al participar en la Semana Internacional del Cerebro, Morán realizó un experimento con niños de primaria. En un escenario, un grupo de jóvenes interpretó el tema La Pantera Rosa, de Henry Mancini, mientras los pequeños permanecían en sus lugares con la encomienda de identificar la melodía.

Al preguntarles qué color les evocó la melodía, la mayoría coincidió en decir rosa. Las notas musicales generan procesos cognitivos en el tiempo, tanto en el pasado como en el futuro; por ello, al escuchar los sonidos cada quien imagina lo que sigue y visualiza. Así surgen las emociones, encargadas de modificar el ánimo y ponernos la piel de gallina. Pero ¿en qué parte del cerebro ocurre eso?, en la basal, respondió.

Hasta hace poco se pensaba que la música se procesaba en el hemisferio derecho; no obstante, hoy se sabe que sucede en varias áreas y que el lado izquierdo es fundamental para el ritmo.

Esto se da a nivel cognitivo y afectivo; por eso se dice que la música mueve almas y crea espacios sonoros capaces de convertirnos en mejores humanos, concluyó.