Atenas.

Grecia hizo ayer el primer desembolso de 310 millones de euros por un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) que vence este mes, mientras el país lucha por cubrir sus necesidades de financiamiento en medio de una escasez de recursos.

El recientemente electo gobierno del primer ministro Alexis Tsipras debe pagar mil 500 millones de euros al FMI este mes, en un plazo de dos semanas a partir del viernes, en un contexto de un rápido agotamiento de las arcas públicas. Atenas tiene que cubrir otros tres tramos los días 13, 16 y 20 de marzo, como parte de los desembolsos al FMI.

El gobierno de Tsipras, que logró en febrero extender cuatro meses el financiamiento de sus acreedores, ha dicho que hará los pagos en tiempo y forma, pero persiste la incertidumbre, porque Grecia enfrenta una aguda caída de la recaudación impositiva y los prestamistas de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI no quieren desembolsar más hasta que Atenas cumpla sus promesas de disciplinar el gasto público y entregue un plan de reforma administrativa aceptable.

Además del pago, Grecia envió una lista actualizada de reformas el viernes a Bruselas para que sea analizada en un encuentro de ministros de Finanzas de la zona euro previsto para el lunes, informó un funcionario griego, quien explicó que la lista amplía una versión anterior de propuestas. Uno de los planteamientos es crear un consejo fiscal para generar ahorros para el Estado.

El viernes, el BCE insistió en que las condiciones fijadas a Atenas deben ser continuamente verificadas para proceder con el financiamiento, puesto que, argumentó, la entidad bancaria es una institución basada en normas, no una institución política.

Tsipras, en tanto, acusó este viernes al BCE de tener todavía una soga alrededor de nuestro cuello. Apuntó que una probable salida para Grecia de la crisis financiera sería la emisión de bonos de deuda a corto plazo.